Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

11 de abril de 2010

Café en el ayer

Me encontré con J, con quienes fuimos amigotes en la adolescencia, es decir, hace más de veinte años. No hubo manera de escapar de un café. Lo bueno: confirmé por qué no me interesó permanecer en ese vínculo.
No había manera de encontrar algo mínimo en común, salvo que ninguno de los dos está casado. Por lo demás, tenía que hacer el esfuerzo de viajar dos décadas atrás como para encontrar alguna conexión con esa persona que tenía adelante. Y no porque pareciese que el tiempo no había pasado, sino porque para él, el tiempo no había pasado. Era el mismo de siempre, de una manera triste, quiero decir. 
Sus intereses seguían siendo ver a qué "minita bajarse", dónde divertirse, cómo hacer guita fácil, mostrar -ropa auto, reloj, I Phone- su éxito en la vida...
Me dio mucha tristeza comprobar que no había evolucionado. Me sentí, en algún lugar, un vejestorio, y en otro, orgulloso de mi camino, de mis opciones, de mis búsquedas. ¿Tengo éxito?; para J seguro que no (mi celular no saca ni fotos ni tiene mp3); la mayoría de la ropa que tengo me la fueron pasando amigos, si tuviese que encarar a una "minita" tendría que pedirle a mi sobrino mayor que me actualice un poco, y lo más parecido a un programa para divertirme es juntarnos en alguna casa con amigos a charlotear, comer y jugar con los niños. 
Seguro que ambos nos quedamos pensando lo mismo: Pobre tipo
Pero sé que esta vez tengo algo de razón.

1 comentario:

josembielza dijo...

¿Sabes qué decimos por mi tierra?

Que nos quiten lo bailao...