Gente que se dio una vuelta


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Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

30 de junio de 2010

No está nada mal.


Tuve un encuentro extraño, con alguien que en su momento me fue muy cercano y por variadas cuestiones de ambos lados, hoy ya no lo es tanto.
Extraño porque descubro que hoy se da una relación simétrica: puedo sentirme un par, un igual. Es más, en algunas cosas, me animo a decir, superior.
Me descubrí, en algún momento, enseñándole a quien supe considerar maestro. Lo descubrí, varias veces, asombrado y admirado.
Sentí que podría pasarle factura por un par de cuestiones, pero me quedé con poder disfrutar lo que se dio. Capaz que estamos madurando. Vaya uno a saber.

29 de junio de 2010

Nada nuevo bajo el sol

El el principio, el miedo se cernía sobre las mentes.

"No, por más que en Europa lo tengan y en Estados Unidos se consiga, no va con nosotros".
"Nosotros somos cristianos, no cualquier cosa como en esas mezclas que se dan afuera".
"¿Desde cuándo el Estado puede legislar por sobre la voluntad de dios así como lo entendemos, proclamamos, celebramos y enseñamos?".

Muchos piensan que el mundo se va a terminar, que los van a obligar a casarse con quien ellos no deseen, que los niños que nazcan serán laicistas y anticlericales, como la peste de sus padres, que la familiatradicionalvacaminoalaruinaveadoñayalgohayquehacer, que ya ni los muertos podrán descansar en la paz inmaculada...

¿Cómo a este Vélez Sársfield se le ocurre que necesitamos un Código Civil?.

Esto se escuchaba decir -o al menos así lo imagino, con un margen de error del 3%- en Argentina, allá por 1870, antes que de promulgue el Código Civil. Ahí, entre otras cosas, se le quitaba a la iglesia católica el dominio absoluto sobre la vida (nacimientos), sexualidad y reproducción (matrimonio) y muerte (defunción y entierros).

El mundo sigue andando, que yo sepa.
Huelgan las palabras.

28 de junio de 2010

3 a 1

Hay algo ingenuo, en el mejor de los casos, en el ánimo nacional estos días. Todo pasa por el mundial. Creemos que con ciertos ritos o cábalas lograremos que las personas que están en la cancha, allá lejos, ganen -iba a poner "jueguen bien", pero lo que importa es que ganen-.

¿Dónde vas a ver el partido?, me preguntan, y la verdad que no me importa demasiado dónde, y lo veo mientras hago otras cosas. Saben que yo creo que en gran parte es "panem et circenses". Pero se me presenta otra lectura, la de las minorías.

Desde el ministerio de Educación bajó una resolución para que en los colegios, desde jardín hasta el último año, se vea el partido. Claro, es porque es cultura internacional, pueden aprender geografía, blablablabla... Y también se los puede retirar antes si el partido es a la tarde, sin que les corra falta. Así no se educa en las responsabilidades...

Pero la cosa es otra: ¿por qué, si tengo ganas de llevar a mis sobrinos a ver la exposición de Picasso les ponen falta?. O si en mi casa los Juegos Olímpicos son más queridos que el mundial, ¿los puedo sacar del cole, igual, o puedo ver la final de atletismo en el laburo?.

¿Da como para hacer denuncia en el Inadi por discriminación?. Ojo, no me opongo al boludismo mundialista, si es que se asume como tal; pero que no nos vendan que eso es cultura o que se acepten otras culturas. O admitamos claramente que nos gusta el pan y circo, aunque sea cada cuatro años.

27 de junio de 2010

Hoy no quiero

"No soy paranoico, pero en la sociedad hay una conspiración para que la gente viva idiota" 
Claude Chabrol.

Escucho que es dicho y me lo han dicho, también:
  • Vos que sabés más, disculpálo.
  • Si es más inteligente, que lo entienda.
  • Vos que sos bueno, perdonálo.
  • Vos que sos capaz, entendélo.

Lo cual me hace desear ser ignorante, border, malo e incapaz... 

No digo que no haya que tolerar, pero justamente: tolerar es soportar, aguantar, bancar... Y se tolera, aguanta, banca lo que no está del todo bien, lo que no nos parece correcto, lo que no es como debería. Todo aguante tiene un límite, creo.

Voto que se escuche más:
  • Vos que te equivocaste ahora, aprendé así no te vuelve a pasar.
  • Si sos más corto, hacé un esfuerzo como para poder.
  • Vos que sos malo, repará el mal que hiciste.
  • Vos que sos incapaz, capacitáte, se puede.

Yo me esfuerzo. Sólo pido lo mismo. Si no, la caquistocracia (kakós,malo, feo; cratos, gobierno: gobierno de los peores)  será realidad. Les aviso.

26 de junio de 2010

Días de cine II

Mariana me había recomendado una peli, "The invention of lying" (La invención de la mentira, si no me equivoco, aunque no sé cómo se habrá publicitado en español). La había conseguido pero no la había visto. Un corte de luz y la bendita netbook con batería fueron la combinación perfecta.

Elenco de esos segundones eternos de Joligud -ok, menos Jennifer Garner, que además de linda no sé si hizo demasiado más-; los más estrellas (Phillip Seymour Hoffaman, Rob Lowe, Tina Fey), papeles secundarios. PE LI CU LÓN. Nada pretencioso, pero me pasó casi como cuando vi "The Truman Show": creí que iba a ser un pasatiempo, pero me sorprendió.

La cosa es: en un mundo donde no se conoce la mentira (ni siquiera existe como palabra, como concepto), un señor empieza a decir cosas que "no son" y descubre que puede, por ejemplo, triunfar en el trabajo del que fue despedido, conseguir dinero, que la chica repare en él.
Comienza con un engañito y termina inventando, incluso, al "hombre que vive en el cielo" y que controla el mundo.

Con la ironía justa, la profundidad que quieras darle, la simplicidad necesaria para no querer moralizar... Ya sabés qué ver la próxima tarde de lluvia.

25 de junio de 2010

Es parecido, no lo mismo

Ella quería charlar de cualquier cosa; él dialogar sobre algo.
Ella sentía que lo amaba; él pensaba que la quería.
Ella buscaba seguridad; él buscaba estar seguro.
Ella quería ser madre; él quería tener hijos.
Ella pospuso su carrera; él pospuso un par de exámenes.
Ella se ocupaba de la casa; él la habitaba.
Ella trabajaba; él proveía el sustento.
Ella quería al hombre de sus sueños; él quería dormir.
Ella se cansó de atenderlo; él también.


Se marchitaron de tanto sobremalentendido.

24 de junio de 2010

Sobreviviente

No tomo Actimel ni Yakult.
Las manos me las lavo con jabón normal o detergente, si estoy en la cocina.
Doy besos y estrecho manos. Abrazo y soy abrazado.
Uso el transporte público. 
No tomo suplementos vitamínicos.
Comparto copas, vasos o mates.
No desinfecto el aire de casa con Lysoform.
Uso alcohol en gel sólo cuando no puedo lavarme como corresponde.

Debería estar, al menos, agonizando.

23 de junio de 2010

Anecdótico

Mi casa está poseída por espíritus que habitan algunos en la cañería, y hacen que no salga agua caliente si no danzo alrededor del termotanque; otros, en el cableado, y estos provocan que haya luz en algunos lugares y otros no; otros espíritus vagan por ahí, buscando jorobar la vida.
No, no enloquecí. Es mi manera de entender este fenómeno.

Hoy amanecí sin electricidad. Bajé, me fijé en el tablero general, comencé a subir y bajar llaves de los demás tableros hasta que ubiqué el sector defectuoso. La luz volvió a todas partes menos a un sector. Por un rato, ok, pero como a la tarde habría actividades, llamé al electricista, que casi es un abonado.

El pibe le pone onda, seguro. Vino al mediodía, probó, sacó, prendió... La misma conclusión de siempre: "Esto está mal hecho (que ya lo sé). Tengo que venir con tiempo y es un tremendo laburo".

Me hablaba de fugas, fases, voltajes, amperes y qué se yo... Me sentí un analfabeto de la tecnología. Estuve tentado de responderle con semiótica, dialéctica, violencia del lenguaje y procesiones intratrinitarias. Luego pensé: ¿Así de difícil hablaré yo?.
Espero que no...

22 de junio de 2010

Dejáte de joder, ¿querés?.



En este link, http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1276868, pueden encontrar un artículo que cita a L'Ossetvatore Romano, el periódico oficial del Vaticano. Lo busqué on-line, pero parece que el Vaticano no pone todo en la internet. Andá a saber por qué.


La cosa es que un señor ahí opina pestes de Saramago: que era ateo, marxista, no metafísico y esas cosas tan feas que tanto mal nos hacen. Que escribió El evangelio según Jesucristo y, encima Caín, ahora. Que se mete con dios y blablabla...

Varias cosas: 
  • sí, los escribió, ¿y qué?. ¿Acaso su mente -la del autor del artículo- es tan estrechapequeñitaypobre que no puede reconocer que, aunque no coincida, ha sido una figura de la literatura?.
  • ¿Acaso varios de los artistas que con sus saberes contribuyeron al arte religioso no fueron herejes, desde un punto de vista formal?.
  • ¿Es que, como ud. dice, si Saramago no dormía pensando en las cruzadas y la inquisición, ud. sí puede hacerlo?.
  • ¿Es que ud. que nombra las atrocidades del leninismo como contrapartida, piensa que así disminuye las de la iglesia?.
  • ¿Acaso leyó lo que critica y condena, o sólo se quedó con el autor, sin ver la obra?. 
  • Si es así, entonces, clausuren la Sixtina y saquen La Piedad, porque Miguel Ángel era homosexual, y eso está muy mal;  quiten de la cripta de los Papas a Alejandro VI, el papa Borgia, que hace que algunos criminales de hoy día parezcan niños de pecho; critiquen y condenen públicamente y con la misma fuerza a los clérigos hallados culpables de pederastia, que pareciera los hubo...

Y no deje, sr. Claudio Toscani, ud. que escribe en L.O.R,. de leer lo de Mateo, la viga en el ojo propio y la paja en el ajeno. Al menos, consulte a su oculista.

21 de junio de 2010

Sin nombre.

Mejor te invento



Estás alicaído, estás dudando,

no te alcanzan las pruebas ni las preces,

cada Dónde te ofusca, y cada Cuándo



Recorres el confort, las estrecheces

que quedaron atrás y es razonable

que reclames la vida que mereces,



las ventanas en paz, el techo estable.

Pero yo, te confieso, prefería

(¿cómo querés hermano, que te hable?)



cuando tu vieja angustia estaba al día

con la angustia del mundo, cuando todos

éramos parte en tu melancolía.



Sé qué polvos trajeron estos lodos

pero saberlo no es la mejor suerte.

Inventaré quién sos. De todos modos,



inventarte es mi forma de creerte.

Mario Benedetti, una vez más. La última frase, demoledora: "inventarte es mi forma de creerte". Sí, porque si de a ratos no te/me/nos inventamos, ilusionamos, creemos mil, no se puede.
Porque te (me-nos) sigo soñando como ayer, pero con la realidad de hoy y los aciertos y decepciones del medio. Porque creo que vale la pena andar. Mejor te invento, hasta que despeje, hasta que aclare.

20 de junio de 2010

No soy yo, sos vos. Que te quede claro.


Es sabido que somos y estamos cada vez más ansiosos. La espera no es lo nuestro. Ejemplo trivial: te comprás una, suponte, multiprocesadora. Denodadamente intentás ensamblar las demoníacas partes por 10 minutos. Ahí, al no lograrlo, te das cuenta que mirar el manual puede ser útil. Había consignas e instrucciones. Si no las seguiste, hacete cargo.

Lo decía de los niños, pero es también problema de los adultos. Algo tan simple como escuchar un par de instrucciones, leer un par de renglones para luego hacer algo -armar la procesadora,  avanzar en un trabajo, en una lectura, en algo- no debería ser demasiado complicado, ¿no?.

-Che, para poder prender la estufa necesitás sostener la perilla en piloto un minuto largo.
-OK.

Diez minutos más tarde:

-La estufa no quiere andar.
-¿Hiciste lo que te dije?
-¿Qué?.

Si te miro mal, sabélo, no es mi culpa.

19 de junio de 2010

Don José Saramago, in memoriam

"Sólo soy alguien que, al escribir, se limita a levantar una piedra y a poner la vista en lo que hay debajo. No es culpa mía si de vez en cuando me salen monstruos". JS


Ayer ha muerto José Saramago. Fue la primera noticia que leí por la mañana. La noche anterior había estado hablando de él y recomendando un par de libros suyos. Lo tenía muy presente.


Me sorprendió la tristeza que me provocó la noticia; ha muerto un grande, pensé. Al rato, un par de amigos me escriben: una, preocupada porque sabía que me iba a entristecer, otro, casi como dando y buscando el pésame. Todos, ellos y yo, con esa idea de ¡ay!.


Le contestaba a una de ellos: me pasaba similar a cuando murió, por ejemplo, Mercedes Sosa. Podían no fascinarme, podía yo no estar de acuerdo con su ideología, podía no "comprar" cada cosa que ellos producían, pero no puedo negar que han sido grandes.
Quizás la mirada de JS, desangelada, cruda, para algunos -y para mí mismo en algún momento- resulte dura, pesimista. Pero no por eso menos cierta. La cita que encabeza el post lo resume. No es su culpa que aparezcan los monstruos.


Siento (sí, siento) que haber podido leerlo me hizo, de algún modo, crecer. Motivo más que suficiente para estarle agradecido. Que en su cielo sin dioses sonría, don José.



18 de junio de 2010

¿Maníatico yo?

Todos tenemos alguna, escondida o manifiesta. Parecen, son, insignificantes, pero llegan a dar vergüenza o son causa de conflicto en las relaciones con otros. Obsesiones, manías. Ellas. No necesariamente llegás a ser diagnósticado como T.O.C., claro, pero ¡vamos!, las tenés. Y te da malhumor cuando otros no las respetan, o las ignoran, o peor, no las entienden. En realidad, son inexplicables.
Van algunas de las mías:

  • Frascos, yogures, y demás cosas con esa capa entre de papel y metal: ¿qué te cuesta sacarla toda y prolijamente?
  • Puntualidad: las 8,15 no son las 8,30. Si quedamos a X hora, es esa, no otra. El tiempo NO es subjetivo, y los minutos que se van no vuelven, ni me los podés devolver. Si sabés que siempre llegás tarde, salí siempre antes, así de sencillo. Yo lo hago, hacelo por los demás.
  • Cerrá bien la botella de gaseosa, te digo. Apretá. No cuesta nada. Igual, compruebo que esté bien cerrada antes de guardarla.
  • Tapá el dentífrico. Ya me banco que lo aprietes por cualquier lado.
  • En una época (ahora creo que no), todo tenía que ser en números pares.
  • Si cebo mate, no muevas la bombilla. Si no podés evitarlo, cebá vos.
  • No me agarres mientras me hablas. Me hace desear huir.
  • La ortografía o la correcta expresión, oral o escrita: no cuesta nada.

Dale, ¿las tuyas?.

17 de junio de 2010

Serás lo que debas ser...

A los argentinos que superamos los treinti... seguro les resuena esta frase del padre de la patria, ¿no?. Completa dice: "Serás lo que debas ser o no serás nada". La recuerdo inscripta en el INEF, en varios otros lugares, en placas de bronce, severa, como tópico en los actos del 17 de agosto.

Confieso: es un horror. Al menos como la hemos recibido y reproducido...

¿Qué es lo que debo, debemos ser?. No se nos dice qué es, pero sí lo trágico de errar en este deber: es eso -monstruo indefinido e indescifrable- o nada -más monstruoso aún-.
A la flauta, no hay margen para un más o menos, quise pero no pude, debía eso pero se me antojó tal cosa...

Se me ocurre: Serás lo que desees ser, o al menos viví intentándolo. Otros próceres y ánimos tendríamos, me imagino.

16 de junio de 2010

Deberes y quereres

Pasa que de vez en cuando, escucho que alguien dice, me dice, que hizo o no hizo "lo que debería". Más de una vez, en realidad, lo más honesto es que en lugar de hacer o no lo que debería, hizo (hicimos, hice) lo que quise, quisimos, quiso. 


¿Es tan difícil reemplazar el deber por el querer?. ¿Tan peleados están uno con otro?. ¿Y si aprendiéramos a querer el deber?. ¿Y si nos pusiéramos a debernos lo que queremos?.

Liberador, eso sería. 

15 de junio de 2010

Necio

Recordé esta palabra, necio. Me vino desde algún lejano recoveco del cerebro. 
Me vino de la etimología querida.


Aparecen en necio el prefijo negativo ne, obviamente, es una de las maneras de la negación latina, más scio, sé, entiendo (ne scire, no saber). La sc que aparece me hace sospechar algún parentesco con el scopeo griego, observar (micro-scopio, tele-scopio).  Le sospecho alguna raíz indoeuropea común.

Percibo,  intuyo, que en el necio se esconde cierta voluntad por no-saber, distinto al ignorante. El necio, creo, opta por el no-entender, al menos eso noto o creo notar.

Y me temo que más que en un mundo donde abundan los ignorantes estamos en uno donde hay abundancia de necios. Es peor.

Pero no deja de gustarme El necio de Silvio Rodríguez. Sigo sumando contradicciones.

14 de junio de 2010

Por Corrientes

El sábado a la noche me di varios gustazos: gracias a la generosidad de un amigo, pude ir a ver "Despertar de primavera"; además, fui con Mari, la mamá de mi ahijado; además, nos encontramos a la salida del teatro con Tincho y fuimos a comer; además, la puesta estuvo muy buena. Sobredosis de cosas lindas. Nada mal.

Brevemente: es casi como si The Wall, la película, hubiese sido escrita en Alemania un siglo antes. La temática son el sistema vs los adolescentes, o lo que los adolescentes van descubriendo y cómo no tienen voz-espacio-derecho de decirlo, experimentarlo, sentirlo. Nada nuevo, seguro, pero bien cantado, actuado, iluminado, lo cual es un plus.

Me quedo con un par de cosas: siempre es mejor saber que ignorar; nunca escuchamos lo suficiente. Si juntamos palabra, diálogo, conocimiento, responsabilidad, ganamos todos.
Lo pienso en todos los aspectos, en varios frentes: hijos/padres; amigos, familias, comunidades, sociedades, iglesias, estados...
Hay que (tengo, tenemos que) vencer el temor que nos causa el encuentro o el desencuentro para poder hacer, crecer, construir, soñar. No es simple, pero está bueno.

13 de junio de 2010

Sombras

En "Ensayo sobre la ceguera", Saramago pinta una terrible fábula: se destata una epidemia de ceguera, sumamente contagiosa. Al principio, los ciegos son aislados, pero finalmente, toda la población enceguece. Todos menos una mujer. Son los ojos de ella los que testimonian la degradación humana, los que ven, precisamente, cuán bajo puede ir el ser humano, cuan mal animal puede ser. Ella misma no es un personaje virginal e impoluto, se mueve entre grises, pero aún ve. De alguna manera, se convierte en la madre de una pequeña tribu, primitivas, primarias ambas.

He leído muchas, muchas veces este libro. Cada vez más, me afirmo en mi intuición de verlo como una gran parábola: en un mundo de enceguecidos, ¡cuánto sufre quien puede ver!; ¡qué responsabilidad conservar la vista y tener que ver-mirar-guiar a otros!. No lo digo desde la soberbia de creer que veo perfectamente, más de una vez los límites se difuminan y confunden, no calculo bien las distancias, pero veo, y de eso estoy seguro.

Son muchos los que ven, sombras aunque sea. La duda es si venimos de la oscuridad o vamos hacia ella. Si este ver es misión o castigo. Si no estaría mejor quedar sin luz.

12 de junio de 2010

Neverland

"Síndrome de Peter Pan", así lo llaman. Parece que como algún psicólogo advirtió que muchos varones (y mujeres, agrego), se negaban a crecer, buscó algunos síntomas más o menos en común y creó este síndrome, que a mi gusto, es una manera dulce de referirse a los eternos adolescentes. Esos que no es que no quieran crecer, sino que simplemente se niegan.

Hay peterpanes variados y cada quien tenemos algún costado peterpanesco; algún lado que no queremos madurar, o que nos cuesta más madurarlo que otro costado.
Pero me da la impresión cuando hay algún Peter Pan en estado puro, varón o mujer -aunque lo veo más en los varones- que cumple con al menos dos de estas características.

  • Suelen moverse medio impunemente, porque como en su cabeza son chicos, no tienen responsabilidades o no son responsables, que es parecido pero no. 
  • Están muy arriba, casi eufóricos o muy abajo, sin medios: la euforia los aleja de su realidad, el bajón les pinta cuando se chocan contra ella o cuando ella no cuaja en sus esquemas.
  • Tienen las hormonas muy a flor de piel, casi como púberes: cualquier ser que se mueva es susceptible de ser copulable.
  • Egocéntrico es poco para describirlos; sería darles demasiado  crédito suponer que se crean el centro, porque para ser centro hacen falta otros, que no siempre registran. Son egos, más bien.
  • Tozudos, testarudos, cabeza duras, como les quieran llamar: no hay modo de razonar con ellos.
  • Si sos mina y ellos varones hétero, te miran el escote con una ceja medio levantada. Si sos varón, y ellas mujeres hétero, te miran las manos, pies, nariz, etc mientras hacen cálculos que, sépanlo, no son científicos. Les dejo a gays y lesbianas sus percepciones y descripciones.


Les aviso: creo que planean dominar el mundo. Yo, por dudas, me subo al bote de Garfio.

11 de junio de 2010

Ecos

Un buen masaje al ego no viene mal.
Me pasó que en estos últimos días, he recibido varios comentarios sobre el blog. Gente que lo lee, que le gusta (aunque no siempre), que admira que escriba cada día algo... Me hizo bien.
La verdad, es que cuando aprieto "publicar entrada", en algún punto, siento que me tiro al agua, que me des-hago y ya no me pertenece lo que escribí. O no me pertenece lo que otros/as lean en mis palabras.
Me causa cierto vértigo, cierta intriga: ¿hay alguien del otro lado?; o, como teme Costi B., son tres que le dan todo el tiempo al refresh o entran trece veces por día.
¿Qué apropiaciones hará el otro, la otra, de lo que escribo?. ¿Se entenderá?; ¿me explicaré?.
Vuelvo a preguntarme por qué lo hago. Porque me gusta, y a algunos también. Entonces, mientras hayan ganas, letras y tiempo, seguiré.
Gracias.

10 de junio de 2010

Entretejiendo

Les cuento: una de las personas más importantes en mi vida ha sido mi abuela materna. Por diferentes motivos fue la figura estable en medio de inestabilidades; presente, nutricia, amorosa. Muy simple, casi iletrada. Por no recuerdo qué enfermedad o accidente dejó el colegio muy pronto y nunca volvió. Estamos hablando de principios del siglo XX.
Eso no quita que le gustase mucho leer. Quizá, por haber dejado la escolaridad muy temprano, nunca pudo leer totalmente en silencio, siempre susurraba lo que iba recorriendo con los ojos.
Si fuese la mitad de buena persona que fue ella, me daría por hecho.

Abuela tejía mucho: al crochet todo el año, con dos agujas, más para el invierno. Recuerdo ver cómo crecía el tejido, mientras ella miraba televisión.
Algo de ese don lo tiene mamá, pero hace rato que no lo puede hacer con la precisión que solía: los años y la medicación le quitaron la motricidad fina; igualmente, algo hace, con agujas y lana gruesa.
A mis hermanas es algo que nunca las atrajo, si bien la mayor lo hace y bastante bien.

Hoy, me emocioné hasta las lágrimas cuando la ví a Loli (Rocío, hija de mi hermana menor, de 6 años) con unas agujas altas casi como ella, mostrándome lo que su abuela, mi madre, la hija de mi abuela, le había enseñado. Y a su vez, queriendo enseñarme cómo se hace.
Eso es tradición de la más pura.

9 de junio de 2010

Te lo dije...

Una frase que no me gusta oír es: "Tenías razón", sobre todo cuando la oigo dicha con un tono medio de inevitable resignación.

Digo que no me gusta porque generalmente no es que la razón tenida fuera sobre el origen del universo, el comienzo de la migración de las ballenas francas australes o la cantidad de granos que hay en una mazorca. Suelen ser cosas más triviales, pero importantes, porque nos/te/me tocan.

Además, suele venir tarde, claro, por eso el pretérito simple; pero si vamos a un pretérito anterior, lo más probable es que aquello sobre lo cual había opinado y al final "tenía razón", te haya parecido una estupidez en su momento, lo hayas descartado o ignorado.

Entonces, hagamos esto: no soy responsable ni de tus éxitos o tus fracasos; que haya tenido o tenga razón, en todo caso me hace más ¿intuitivo, previsor, malpensado?; si ahora lo notás, genial. Ojalá la próxima podamos tener razón o equivocarnos juntos.

8 de junio de 2010

Extranjería propia

Hace un par de días que me venía sintiendo raro, un poco en el cuerpo, pero sobre todo, de los adentros. Como hace un par de años tuve una crisis depresiva interesante (horrible, en realidad, otro día les cuento), reconocía ciertos signos.
Encima, no había podido encontrarme con el terapeuta el viernes; en su momento no fue urgente, pero ahora lo veo como providencial.
Hoy fui y pudimos charlar un rato. Le comparto, comento cómo estuve, cómo ando, así, raro... Me veía (en mi fantasía) a las puertas de otro proceso de estos feos... Un poco de susto y angustia llevaba.
Gracias a los dioses, parece que es efecto de uno de los medicamentos, que puede tirar un poco para abajo. Comienzo ahora a  reducir, combinar, dosificar diferente y esas cosas. Espero haga efecto rápido, porque si bien me alegra saber que puede venir de ahí, no me divierte nada sentirme así.

7 de junio de 2010

Que se quede ahí (y no joda)

Una trampa en la que las personas -religiosas- caemos en en sacralizar el medio, el ritual. Muchas veces "cumplimos" con el ritual de una manera obsesiva: hay que hacer-rezar-decir esto y esto, de este modo, para estar en paz con la divinidad o para atraernos su benevolencia.
Y antes que me acusen de antiritualista, lean las entradas en las que defiendo y abogo por los ritos. Lo que digo es otra cosa.
Cuando transferimos la sacralidad a la cosa (desde la estampita a la medallita, pasando por las 17 copias de la novena a san Pirulín), no nos comprometemos con lo sagrado, lo trascendente, sino con la cosa inmanente, haciendo de ella el centro.
Lado positivo: es más seguro, menos comprometedor, más fácil de cumplir, con menos riesgos de involucrarnos en algún tipo de vínculo. Lado negativo: no deja de ser, en el mejor de los casos, magia religiosa, en el peor, hipocresía andante...
Digo (no yo, ya lo decía creo que Juan Crisóstomo en el siglo IV): si lo que me preocupa es el mantel del altar más que el hermano desnudo, algo anda mal.
Creo que hay algo en el iconoclasmo pasado y presente que tiene cierta sabiduría: quiere destruir no a los dioses, sino a los ídolos, que es diferente. Y que los rompan, nos los rompan o los rompamos, de vez en cuando viene bien.

6 de junio de 2010

¿Me explico?

Más que un flashforward tuve un flashback. Es trillado decir que "el mundo es un pañuelo", pero lo trillado no lo vuelve menos cierto. El amigo de la prima de la hija de la consuegra del cuñado de... termina siendo tu hermano, ponele. Bueno, fue algo así. De ahí se derivó una charla telefónica larga. De ayeres y hoyes (me parece el plural más factible de hoy). De acciones y reacciones. De ahí me quedé con...

Con la sensación que hay personas ante las cuales tengo otra edad, o que me depositan en otro tiempo. No porque no nos veamos, hablemos o escribamos, pero hay alguien que me lleva inmediatamente a los 8, alguien que tiene mis 14, alguien mis 17, otro mis 28. No sé cómo explicarlo.
Vuelvo, con estas personas, a ser: alumno-amigo-novio-hijo-nieto-estudiante-joven como si algo del misterio mío lo guardasen casi intacto, como si yo tuviera parte del misterio de ellos. No puedo ser claro, me faltan palabras. Pero ¿me explico?.

5 de junio de 2010

FF y JLB

Gracia' a Dió' no me enganché con Lost, que aparentemente ha decepcionado o desconcertado a sus fieles. Mientras ando intentando superar la abstinencia de Dexter hasta la próxima temporada, ando con Flashforward, que parece ha sido un fracaso -esperaban que sucediese a Lost-, pero para mí está buenísima (lo cual demuestra que mis elecciones son coherentes: casi siempre elijo "mal").
Brevemente: en octubre de 2009, el 6, creo, toda la humanidad (casi toda, como se verá rápidamente), se desvanece por 2 minutos 17 segundos. Durante ese tiempo se ven el 29 de abril de 2010. De ahí en más, es ir armando un mosaico con las visiones de cada uno.

Una de las ideas que está en juego es el libre albedrío vs el destino; otra, los futuribles; otra, cierto balance cósmico ¿kármico? en juego. Esto sin entrar en algunas explicaciones "científicas" que ni intento seguir porque no entiendo.
La cosa es que en uno de los capítulos cita implícitamente a Borges: El jardín de senderos que se bifurcan.  Me pareció un guiño sublime; me gustó que apareciese, aunque debo reconocer que de JLB sé nada; me dio placer que algo de nuestra cultura tocase la del imperio joligudense. 
No sé si buscaban profundidad -de hecho dicen que Lost estuvo inspirada en La invención de Morel-, pero me hizo pensar: si así alguien puede "ilustrar" a Borges, quiere decir que Borges no queda tan lejos.
Me alegró y me dieron ganas de releer, aunque sea Ficciones. Gracias a Flashforward y a Mariana, que con su tesis nos tuvo alentándola, creo que voy a entrarle. Después les cuento.

4 de junio de 2010

Sala de espera

Habiendo surfeado una mañana medio olvidable, me dispongo para ir a terapia. Es medio un garrón salir a las dos de la tarde, pero mi ritual está establecido: café en el vaso con tapa, un buen libro, la espera del colectivo, el viaje, llegar, saludar a la secretaria, esperar un poco antes de pasar...
Por supuesto, nuestro querido Murphy se hace presente: el colectivo tarda en llegar y al subir está la cumbia a todo trapo; encima es de esos nuevos que tienen 15 cm entre asientos con lo cual los dientes te quedan a la altura de quien se agarra del asiento anterior; con cada lomo de burro saltás medio metro, más o menos, y con un poco de suerte, volvés a caer sentado. No es lo más cómodo para leer, pero bueno, hago el intento y recuerdo películas de la Segunda Guerra Mundial y cómo llegaban los trenes a los campos de exterminio y pienso que podría ser peor. Estpy optimista.
Llego a mi parada, bajo y disfruto del calor que el solcito de otoño regala. Cuando el semáforo da paso, comienzo despreocupadamente a cruzar, sólo para ser bajado de mi nube por un auto que insiste en doblar aunque ya no pueda.
No importa, quedan sólo cincuenta metros y vengo con ganas de charlar un par de cosas.
Timbre, portero eléctrico, paso y Sandra, la secretaria, con cara demudada me dice:
-Ay, perdón, pero cité a dos pacientes a la vez, no sé qué pasó; debe ser un malentendido con la secretaria de la mañana. ¿Ves?, esta señora también espera a Alfredo.
Miro a "esta señora" que tiene cara de no estar pasándola demasiado bien.
-Tá bien, Sandra, no hay problema, dame otro turno.
Vuelvo con cierta satisfacción de no depender -al menos hoy- de ese encuentro que no se dio.

3 de junio de 2010

Crónica de miércoles

Para variar, tiempo con sobrinos. Facu vino con una pregunta:
-¿Qué es la monocromía?
-Ver en un sólo color. O lo que tiene un sólo color.
-Ah, como las fotos en blanco y negro.

No sé cómo de ahí derivamos a las ilusiones ópticas: algunos ven una cosa, otros otra, las dos son ciertas. Gracias a la maravilla que es Google -Martín está diseñando la estampita de San Google-, pudimos encontrar y ver varias. Estuvo bueno y divertido.

Me derivé de ahí a otra cuestión que es cómo cuesta ver desnudamente. Quiero decir, ver sin que nos ganen las voces que eternamente nos dijeron qué debíamos ver. Me viene a la mente un texto de Margaret Atwood, un cuento, La última duquesa, de Desorden moral. Ahí la protagonista y narradora, leyendo un poema, descubre o interpreta algo diferente: lo abierto del poema puede sustentar lo que ella lee, aunque no sea lo habitual.

Me viene a la mente tanta respuestarapidayesperable que en realidad no es procesada ni apropiada, tanta asimelodijeronytelorepitoaunquenotengoideaopiensolocontrario. Sí, sin espacios.
Siento que es necesario volver a ver. Vírgenes.

2 de junio de 2010

Cuestión de elección

¿Vieron esas personas que no saben disfrutar?. Es terrible, pobres, están como incapacitadas para el goce. A veces por una postura pesimista o tremendista, otras por distraídos, otras por no sé qué tipo de mandato interno.
                 
Algunas me dan pena, otras bronca -coraje, dirían en España-. Las que me apenan es porque no pueden disfrutar; es como si creyesen que por cada cosa gozosa les espera, a ellos o los suyos, algún tipo de venganza kármica que depara el triple de dolor.


Las que me dan bronca no, van por otro lado. El lamento, la queja, el no-estar-conectado-con-el-presente, la necesidad de lo oscuro... Como si eligieran mirar así y, encima, quisieran que los demás vieran así.


Por mi parte, quiero poder elegir el goce cuando es posible, el dolor sólo cuando es inevitable, la risa cuando pinte y el llanto si es pasajero. No quiero instalarme en el lado oscuro, elijo la luz.

1 de junio de 2010

Cachitos...

Comentaba ayer que Jimena me pidió la acompañase a su nueva comunidad. Son unas ocho mujeres que, inspiradas por el Evangelio quieren vivir pobremente, sirviendo a los más pobres, son sencillez y alegría.
Parte del panorama me da mucho gusto interno: ver que el evangelio de Jesús, su Espíritu sigue animando a las personas, que junto a otros se puede intentar vivirlo, que sigue habiendo absolutos que llaman “con voz de abismo”.
A la vez, me sigue pareciendo que a muchas personas la vida religiosa las estanca en un estadio infantil, inmaduro, lleno de piedad pero de poco desarrollo humano, con dependencias del “padre” o de la “madre” y poco animarse a ser hermanos sin más padre que el del cielo. No lo digo por estas mujeres en particular, sino en general).
Creo que uno de los desafíos es este, y no únicamente con la vida religiosa consagrada, sino con los cristianos/as en general: enfrentar la adultez, la madurez.
Y no dejo de soñar, de desear una iglesia en la que lo podamos lograr. Tampoco dejo de intentarlo.