Gente que se dio una vuelta


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17 de julio de 2010

Algo más en lo que no transo.

Los que me conocen saben que pese a las apariencias, soy bastante estructurado. Bah, a los más cerraditos les causo un poco de vértigo, a los más vertiginosos, los torro. Me gusta, me da placer, romper a propósito las supuestas vacas sagradas de varios. Pero esto va no con intención de romper nada.

Quiero compartir un poco del proceso de estos últimos días, ponele, de esta semana que está pasando.
Muchas personas me sorprendieron grata, inesperadamente. Otras me decepcionaron. Mucho. Ver la intransigencia, la cerrazón, la negación de muchos fue revelador: algo de lo peor de cada uno asomó. Y no me gustó lo que ví.

Un fundamentalismo notable, pre-racional, arcaico. Lleno de miedos y desparramando mierda, mucha: odio, prejuicios, mentira, acusaciones. Lo peor, no reconocerlas, no reconocerse en eso. Negar que niegan. Desoír. Desoírse. Y no hablo sólo de los que se oponen a la ley de matrimonio para todos y todas. Hablo también de quienes estando a favor; también cayeron en fundamentalismos, violencias y provocaciones inútiles.

Rescato algo en común de quienes me sorprendieron: todos/as están tocados vitalmente por el tema. Son gays o lesbianas, o tienen hijos, hermanos, amigos queridos, GENTE con cara, ojos, pelos, tetas, sonrisa, corazón. Me resonaba algo que para variar, llega desde eco de la Biblia: "no podemos callar lo que hemos visto y oído" (Hch 4,20). Eso, hablamos de lo que conocemos. De lo que vimos, lo que sabemos. De gente que es nuestra y de quien somos.


Y eso no se discute.

2 comentarios:

Ella dijo...

Me siento muy identificada. Saludos!

Pablete dijo...

Gracias, Ella, bienvenida.