Gente que se dio una vuelta


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13 de julio de 2010

Los intolerantes y yo

Los intolerantes menosprecian, miran por sobre el hombro.
Con tono condescendiente, esperan que aprendamos de lo que dicen y seamos mejores, es decir, como ellos.
Suelen ser medio psicopatones: con mucha dulzura te rebajan y descalifican. Con caridad, dicen.
Les cuesta admitir que los buenos no siempre son de los suyos. O que haya bondad fuera de los suyos.
En el nombre de su dios, quieren que todos y cada quien, sean felices o infelices como ellos.
No dialogan, porque no creen que hayan más palabras que las suyas.
Por defender lo que creen u opinan, no temen condenar a quien sea.
Ponen la doctrina por sobre el evangelio, como antes al sábado por sobre el ser humano.
No les preocupa a quien hunden, si pueden salvar su metro cuadrado.


Alguien habló de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio: debía estar pensando en ellos. Y los defensores de dios, lo crucificaron.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo, no podía estar "desordenadamente" mejor escrito!