Gente que se dio una vuelta


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26 de junio de 2011

Ridicule /ʀidikyl/

Cosas ridículas, que me dan entre vergüenza ajena y pena/enojo:
  • que alguien quiera hacerse el irónico. Papu, no podés "hacerte", tenés que serlo.
  • la afectación con que algunos copian lo que creen fino/cool/de onda. No da.
  • la pretendida superioridad moral de quienes no se arriesgan. Así, cualquiera.
  • la apertura mental/étnica/social de quienes "tienen un amigo judío/gay/discapacitado/negro". ¿En serio?
  • las señoras o señoritas, vaya uno a saber, que no asumen edades o kilos. Espejos, por favor.
  • los señores que ocultan (¿?) sus peladas con peluquines berretas. Dignidad, che.
  • la posibilidad de, en cualquier momento, ser parte de esta lista.

1 comentario:

Mariana dijo...

jaja "Papu, no podés "hacerte", tenés que serlo", me encantó.
Sumo a la lista: las exhibiciones de afecto desmedidas en lugares públicos, la falta de decoro en ciertas señoritas (cuando se sientan y se les ve la bombacha, que usen polleras y no esten cruzadas de piernas, sentada en una esquina tomando del pico de la botella como un pibe más, etc) y escuchar a la gente convencida afirmar algo que claramante no es.