Gente que se dio una vuelta


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27 de enero de 2012

Antón Pirulero

¿Se acuerdan de esto?:

Antón, Antón, Antón Pirulero.
Cada cual, cada cual atiende su juego.
Y el que no, y el que no
una prenda tendrá.


Cada quien elegía un instrumento y hacía la mímica, mientras uno, el que dirigía, giraba las manos. Sin avisar, copiaba la mímica de algún otro, quien, a su vez, debía girar las manos hasta que dejasen de copiarlo. Si no, perdía. Y claro, no valía avisar: Eh, Fulanita, ¡te está copiando!.

Terrible ensayo de individualismo egoísta que nos entretenía un buen rato.

Algunos intentaron romper con el mandato de atender su juego metiéndose en la vida de los demás, poniendo caras y frunciendo narices.
Otros, buscando caminos nuevos.

Marilina Ross, que no canta bien, a veces compone pequeñas joyitas.
Vean, si no: Un inocente juego.Ochentoso, naïf, bello.

Vamos en esa línea, ¿dale?.

2 comentarios:

Cot Castells dijo...

Es "Antón"? mira vos...

Pablete dijo...

Yo hubiese jurado, "fonéticamente", que era al don... parece que no...