Gente que se dio una vuelta


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2 de abril de 2012

Días de cine IV

Chechu hace unos días me prestó "Final de Partida (Okuribito)", película japonesa ganadora del Oscar en 2009.

Quería sentarme sin apuros y ayer tuve la posibilidad de verla. Gira, de algún modo, en torno al nô kan, ritual que consiste en preparar a los muertos, limpiarlos, vestirlos, arreglarlos antes de ponerlos en el ataúd. Por momentos es grotesca -reconozco que esos momentos distienden, pero me molestaron-. Por otros, serenísima; por otros, los más, poética.

El protagonista, Daigo, alrededor de los 35, ya no puede tocar el cello en una orquesta de Tokio, porque esta se disuelve. Regresa entonces, con Mika, su esposa, a su pueblo de origen, donde termina en este oficio marginal y bello.
Marginal, porque toca uno de los márgenes vitales, bello, por lo que tiene de ritual, de ceremonioso, de despedida, de honra.

Personalmente, creo que la muerte nos agrede desde las pantallas y los diarios, pero la negamos, la disfrazamos cuando nos toca cerca.

No estaría mal mirarla más y abrazarla como parte de la vida. Hacernos amigos de la "hermana muerte", como diría Francisco de Asís.

5 comentarios:

Cot Castells dijo...

Sí! total. Una peli inolvidable que te manda a la reflexión y como bien decís, invita a hacer las paces con la muerte.

Pablete dijo...

¿Viste, Cot, qué lindísima fotografía tiene?

Cot Castells dijo...

Sí, muy linda. Y la música en determinados momentos.

Alejandro Minotti dijo...

Es una película muy bella, que muestra esa sensibilidad oriental para con la naturaleza silenciosa humana. Como en “The bowl” aparece la vida del hombre inmersa en el ciclo divino, en ese proceso vital que con la paciencia de un Padre asimila cada momento nuestro. Nosotros por su parte, Lo buscamos, buscamos Su rostro en todas las cosas, buscamos pero no vemos. La belleza de la hermana muerte es la flor de la vida. Una flor, un instante donde seremos como somos vistos. Creo que es una película circular, especulativa y lleva de esperanza. ¿Qué buscamos? No buscamos cosas, buscamos mucho más humilde: ver el rostro del Amor, es decir hacer el camino (métodos) y la peregrinación (teoría) hacia el Congregante en carne y espíritu: ¿religarnos?
Saludos.

Pablete dijo...

No vi The Bowl, la tendré en cuenta, gracias!.
Y bienvenido.