Gente que se dio una vuelta


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31 de julio de 2012

Entregáte

Mientras miraba una película en TV el domingo a la noche me convencí: ya me cuesta leer los subtítulos. Las líneas externas de las letras se funden entre sí, como si el borde se desdibujara. Es decir, los contornos no son claros, los límites se desaparecen, se mezclan, se corren. Pestañeo y más o menos vuelven a su lugar. Más o menos.

Por suerte no me pasa -o no lo noto, quién sabe- con las palabras escritas en papel: con más o menos esfuerzo (más, en verdad), puedo leer hasta las etiquetas de los alimentos.

Antes que se me pierdan las personas y se fundan con los muebles, iré al oftalmólogo.

Mientras pase sólo con las letras y las imágenes...

3 comentarios:

Javi dijo...

Algunas personas mejor perderlas o fundirlas con los muebles...hacé como mi abuela que si bien era medio sorda, potenciaba su sordera a discreción...

Pablete dijo...

Lo de tu abuela es la sabiduría de hacerse el gil. La envidio.

Vale Marsans dijo...

mi marido optó por no leer mas!