Gente que se dio una vuelta


© Copyright

Si querés copiar y pegar, claro que podés; pero citá la fuente, ¿sí?. Gracias.

3 de septiembre de 2013

In my dreams

Ríanse, no más. Pero desde hace casi 40 años tenía la misma almohada. Ayer me compré una nueva, inteligente le dicen. Liviana, inodora, antialérgica, cervical y no sé cuántas cosas más.

La otra, creo, que la había hecho mi abuela. O al menos, le renovó varias veces las fundas. 

Me acompañó en mudanzas -y no sólo geográficas-. En mi insomnio le he pegado para descargar impotencias. 
Debe tener, calculo, 26280 horas de lectura (36 años hace que leo, a dos horas por noche). La he abrazado para dormir -no por soltero, por costumbre-. La revoleé en verano, porque me daba calor. La mojé auténticamente con sangre, sudor y lágrimas. Hundí la cara en ella para gritar. La extrañé en los viajes o cuando no dormía en casa. La consulté sin que respondiese ninguna duda. 

Una de las relaciones más prolongadas y fieles que he tenido.
No me animo a tirarla. A ver si alguien la recoge, sueña mis sueños, desentraña mis dudas. O, pobre, sufre mis insomnios.

No hay comentarios: