Gente que se dio una vuelta


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10 de noviembre de 2014

Como si

Como relámpago
golpe
tropiezo.
Como cuando los cordones se cortan
al atarte los zapatos.
Inesperada.

Así llega.
Epifanía.

No sé qué dijo ni qué reveló.
No puedo abrazarla con palabras.
No la vi claramente.

Pero sé que estuvo.
Me atravesó y
me dejó temblando.

11 de octubre de 2014

El sabor del re-encuentro

Acá estoy. Vivo. Muy vivo.

Un mes o dos atrás nos reencontramos vía Internet con un viejo amigo con quien habíamos perdido contacto por lejanía geográfica y otras vueltas de la vida. Un par de llamados de teléfono y el lunes partí a pasar tres días con él, a 500 km de Bs As.

La compartida fue muy intensa, profunda, emotiva. Me paseó por sus paisajes cotidianos, nos contamos este tiempo de paréntesis en el vínculo, nos emocionamos y lloramos, Mucho tiempo, muchas palabras, mucho silencio. Un viaje emocional que me dejó lleno y agotado.

Me salen: madurez, gozo, milagro, encuentro, ternura, memoria, acción de gracias, desproporción, don, reciprocidad, asombro...

Me quedo corto.

8 de septiembre de 2014

En el umbral

Cada noche leo antes de dormir. La mayoría de las noches, me duermo un par de segundos mientras leo: es la señal para apagar la luz.

Lo maravilloso es lo que pasa en esos segundos en los que las líneas se borronean y las palabras se confunden, mientras se va la conciencia. Suele ser un primer sueño, mezcla de lo leído, lo vivido en el día, lo que vendrá en el que viene.

Todo se transforma y se entreteje, se disparan nuevas historias pasadas, posibles, futuras. En algún plano sé que no es real, pero tampoco es un sueño "como la gente". Es un lugar intermedio, de amanecer y ocaso.

Sospecho que en ese punto nacen muchas historias y otras se cierran.

27 de agosto de 2014

Días de cine VIII

Mil veces buenas noches, película noruega -raro- que transcurre entre Irlanda, Medio Oriente y Kenya -más raro aún. Juliette Binoche, un placer cada vez. Bella ella, bella la película.

Ella es fotógrafa en zonas de conflicto. La vemos retratando los preparativos de una mujer-bomba: los rituales, el baño purificador, el vestido, el chaleco, los explosivos. La acompaña. Me surge la pregunta: ¿es moral observar desde afuera sin intervenir sabiendo a dónde conduce lo observado?

De regreso en su casa, el conflicto: el marido cuestiona los riesgos que ella corre. Surge la pregunta: ¿el deber de madre/esposa está sobre el deber vocacional? ¿Si fuese al revés, si él fuese el fotógrafo? ¿Es cuestión de género?

Conversa con su hija mayor, le cuenta por qué es imperativo sacar esas fotos violentas -guerra, hambre, desplazados, cadáveres-: para que el mundo sepa y no se distraiga con Paris Hilton. Pregunta: ¿no es parecido a lo que los profetas y tantas voces proféticas hacen: mostrar el revés, el otro lado?

No es una película moralista, feminista ni de denuncia. Pero no me dejan de sonar esas preguntas, esas miradas, aproximaciones. Si la consiguen, a verla. Cuéntenme qué les pasa, cómo la pasan.

13 de agosto de 2014

Luna lunera

Una foto, nada más que una foto de una mujer embarazada. Bella, sonriente. Me conmueve y emociona. Sonrío al verla.

Vuelvo del almacén. La luna inmensa, súperluna, le decían en los medios. Cielo sin nubes. Luz. 

La luna me recuerda a la panza y a la madre. Llego a casa y llamo a la mujer de la panza. Hace tiempo que no hablábamos. De adolescentes/jóvenes compartíamos noches de mates interminables y ceniceros colmados, vaciados, vueltos a colmar.

Me responde a las pocas llamadas. Nos reencontramos en la emoción. Nos queremos hace mucho. El niño es para comienzos de enero. Apareció sin pedir permiso, sorprendiendo, alegrando.

Cuando cuelgo vuelvo a mis 17, muchos años después.

6 de agosto de 2014

Nieto 114

Me manda un mensaje mi compadre: "apareció el nieto de Estela de Carlotto. Piel de pollo". En ese momento estaba solo: quería compartir la noticia, contarla. Lloré un poco mientras el corazón no me cabía en el cuerpo. Aparece Cami y se lo largo. Una señora que estaba por la secretaría se une a la alegría.

Prendo la tele: Estela confirma que apareció Guido, hijo de su hija Laura, desaparecida cuando aún su familia no sabía que estaba embarazada. Estela se entera del nacimiento de su nieto en cautiverio gracias a una sobreviviente. 36 años buscó a su nieto. No tengo odios ni rencores, suele decir. Busca, busca, busca. En el camino aparecieron otros 113. Este, el 114, fue el suyo.

La sonrisa de esta abuela, presidenta de Abuelas de la Plaza de Mayo ilumina.
Cuánto por agradecerle.
Guido se encargará.

31 de julio de 2014

Tuertos por opción

Una vez me lastimé la córnea aunque nunca supe cómo. Había ido a nadar ya con una molestia en el ojo
izquierdo y probablemente en algún momento se metió una bacteria, virus o no sé qué que aprovechó la lastimadura de la córnea y sumó una infección.

Tuve que estar varios días con el ojo izquierdo cubierto -dicho sea de paso, la tela adhesiva me provocó una reacción alérgica en la piel, un éxito tras otro-.
Al tener el ojo cubierto, no lo sabía, se pierde "profundidad" en la visión. Se ve más plano y al principio cuesta calcular las distancias.

Cuando leo, escucho, o me cruzo con razonamientos obtusos, prejuiciosos, fundamentalistas, no puedo más que recordar cuando andaba tuerto: creía que veía bien, hasta que me llevaba puertas por delante, volcaba vasos, no acertaba tan rápido a la cerradura. La culpa no era que las cosas se corrieran de lugar. Era mía.

Hay quienes culpan a las cosas. O a quienes ven bien.

23 de julio de 2014

Traición y tradición

El novio de D participa de un grupo de descendientes de vascos que intentan mantener, en Argentina, las tradiciones -idioma, danzas, comidas, fiestas- que sus antepasados tenían allá lejos. A D le llamaba la atención que en el afán de preservar estas costumbres, de alguna manera eran más vascos que los vascos que habitan Euzkadi hoy: es decir, aquel lugar del cual vino la tradición siguió desenvolviéndola en el tiempo; en cambio, en aquel lugar al cual la tradición vino, la misma tradición quedó fijada, de tal manera que difícilmente un vasco de allá se reconozca plenamente en los de acá (que dicho sea de paso, ya no son vascos).

Lo compartíamos en el contexto de tantas otras tradiciones, que por querer ser fieles a un origen -tiempo o lugar-, traicionan el desarrollo lógico e inevitable que la misma tradición ha tenido desde ese tiempo en ese lugar. Nos preocupaba como la fidelidad se convierte así en algo externo -trajes, ornamentos, fórmulas, palabras- que acaban pareciéndose más a un disfraz o un idioma críptico, que ya no comunica ni con los orígenes, ni con el presente, ni con el futuro.

17 de julio de 2014

Gracias, me cuido solita

Me encuentro con este titular: "En fotos: los padres que prometieron cuidar la virginidad de sus hijas" (En fotos)
Más allá de considerar o no la virginidad como algo con valor religioso -varias religiones y culturas la asocian a lo sagrado), hay tantas cosas que me parecen peligrosas/raras en esto... enumero algunas -aunque no espero las compartan o entiendan todos/as-.

  1. El padre/varón/macho protege el cuerpo de sus hijas mujeres; la "no virginidad/pureza" es un deshonor al pater familias: una hija no virgen es la deshonra. 
  2. ¿Por qué las protectoras no son las madres? Además de nos ser vírgenes, claramente, son incapaces de proteger, pareciera. Por no decir que son, también, menores de edad, propiedad del marido.
  3. ¿No sería mejor que les enseñaran a cuidarse por sí mismas, independientes, pensantes, sabias en sus elecciones? ¿No será que, en el fondo, les tienen miedo a ellas?
  4. ¿Qué pasa si ellas no quieren su himen sino toda su persona protegida y no sólo por el macho, sino por la tribu? 
  5. ¿Qué pasa si, en pie de reciprocidad quieren proteger ellas? 
  6. ¿Por qué no cuidan así la virginidad de sus hijos varones y se sacan fotos melosas con ellos? No es de machos, claro.
  7. Si, por más que lo intentan, no pueden "proteger" a sus vírgenes, ¿se los puede demandar por incumplimiento de deberes?
  8. Por último, pero no final: el titular habla de fotos de padres... y en las fotos están padres e hijas... Hasta el titular las silencia.

Esto también es sexismo.

15 de julio de 2014

Proximidades

Charlo con una persona que está atravesando un proceso depresivo. Habiendo pasado lo mismo y pudiendo volver en cualquier momento, puedo entender de qué habla. Y lo que es mejor, percibe que entiendo y eso es un alivio, me dice.

Su familia le exige que se esfuerce y ya no tiene fuerzas ni ganas de tenerlas. Por la mañana, después de pasar casi toda la noche en vela, sólo quiere que sea noche nuevamente. Proyectar algo, por mínimo que sea, es casi como cruzar los Andes descalzo. Pensar en mañana agobia y ahoga. Ir a trabajar es una tortura y enfrentar cualquier situación social imprevista es un abismo. 

No son exageraciones. Lo sé. Sabe que lo sé.

10 de julio de 2014

Por ahora

Vengo vago, es verdad. Como excusa perfecta están los días estos que vienen sin tiempos o con pocas novedades.

También es cierto que no estoy teniendo ganas de forzarme a escribir diariamente. Puede que se pase pronto, puede que no. Es un placer poder escribir algo diariamente. No quiero que se vuelva tortura.
Veremos.

7 de julio de 2014

El trigo y el oro

Toda palabra es metafórica. Etimológicamente metáfora, es "lo que lleva más allá". 

La palabra lleva más allá de ella misma: se dice, se echa al aire, al papel, para ser portadora de algo que comunica. Imagen, idea, encuentro. Mano que se extiende, labios que buscan otros labios, signos que buscan ojos.

Si nos quedamos en lo literal, la mutilamos.
Si todo es símbolo, casi no hay asideros.
Si no somos sensibles al misterio que esconden, la perdemos.

Comunicación ardua.


4 de julio de 2014

Cóctel

A la mañana, entre cuadros, los chicos y la gente del Apoyo escolar, trabajando en un video que hasta ayer
estaba bien pero de pronto ya no servía el formato para proyectarlo. Los colores, los gritos de los chicos jugando, unos mates, el escritorio, las charlas la computadora...

A la tarde, cloacas tapadas, casi desbordando, cinta metálica para destapar, una lucha de tres horas entre olores desagradabilísimos, salpicado de aguas servidas -para ser sutil-, lastimándome las manos -no tanto, tampoco-, el brazo hasta el hombro entre toda clase de deshechos...

De un extremo al otro. Parábola de la vida misma.

2 de julio de 2014

Upside down

Están siendo unos días raros y medio atorados, con un par de imprevistos lindos y de los otros.
Antes que obligarme a escribir -ahora es la 1,30 am-, prefiero decantar y descansar.
Si concilio el sueño, claro.

1 de julio de 2014

Filosofía de goma

En el colegio me enseñaron que el hombre puede ser definido como animal racional. Creo que Aristóteles lo decía. Zoon logon ejon: animal que razón, aunque logon podría ser sentido, discurso, palabra -legein, de donde deriva logos, es decir. La facultad reafirmó esa idea, sumando más datos: potencias volitiva, racional y no sé qué más. 

Lo que aprendí se desdice a diario: la sinrazón, el no sentido, la incapacidad de usar la palabra, se reafirman.
Siento, por momentos, que más que tener razón, sentido, palabra, agonizamos en su búsqueda.

29 de junio de 2014

Me tomo el día.
Ta luego.

Cine de otros lados

"Una separación", película iraní de 2011 (A separation). Si no hubiese sido por la recomendación de Mariana D. no se me hubiese ocurrido verla.

Un hombre, separado recientemente de su esposa, contrata a una piadosa mujer musulmana -como él mismo-, para que cuide a su padre senil mientras él y su hija de 11 años no están en su casa. El esposo de esta empleada no sabe ni debe saber que ella trabaja sin su autorización. Nos enteramos que ella está embarazada cuando su hijita, que cada mañana la acompaña al trabajo, apoya su cabeza en el vientre de la madre para oír y sentir al bebé.

Al tercer o cuarto día, cuando el hombre vuelve a su casa, la empleada no está; el anciano está caído junto a la cama, atado. La mujer se fue. Cuando regresa, discusión por medio, comienza la acción dramática.

Acusaciones cruzadas y múltiples. Verdades que son mentiras. Machismo. Mujeres que buscan. Varones enfrentados. Miedo a ofender a Alá. Mentiras que son verdad. Niñas que saben sin saber que saben. 

Una rara sinfonía, en un idioma raro, que provoca por lo posible y real.

28 de junio de 2014

Más que acertado II

"Dentro de nosotros hay una cosa que no tiene nombre; esa cosa es lo que somos"
José Saramago


Y sí, sigo con las citas.

Ya la había leído en algún momento y luego se me perdió por un recoveco del cerebro. La reencontré gracias a Toni Infante, un fotógrafo que sigo y saca unas fotos bellísimas.

Cuando digo que en lo más profundo somos misterio incluso para nosotros mismos, digo mal lo que Saramago dijo tan bien.

Él, que fue ateo, antimetafísico y demás cosas que por supuesto son malas y todo eso, resume así lo que yo leo, por caso, en en 1Juan 3,2: desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser.

Somos un misterio, que avanza en el misterio, hacia el misterio.

27 de junio de 2014

Más que acertado

"Usted demostró que no es necesario ser infeliz, aunque uno pueda ser completamente perspicaz y esclarecido sobre lo terrible que es todo"
Susan Sontag

En el décimo aniversario de la muerte de Borges, Sontag le escribe una carta -Sontag a Borges- donde encontré esta afirmación. Me pareció tan acertada, tan clara, tan correctamente luminosa.

Sé nada de Borges y he leído casi nada de él para mi vergüenza. De Sontag leí apenas un libro o dos. No sé a qué se referirá específicamente y ya hace una década que tampoco está ella como para averiguarlo. Pero sí sé que más de una vez me encuentro feliz, casi culposamente feliz, a pesar de la conciencia de lo tremendo y difícil, de lo arduo y azaroso.

No podría haberme expresado mejor.

26 de junio de 2014

Ecuánimes

Mentira la igualdad.
La diferencia es lo que manda, lo que jode, lo que desconcierta, fascina y da temor.
Mentira la igualdad.
Lo otro, ajeno, descoloca, cuestiona, confirma, acontece.
Mentira la igualdad.
Utopía la equidad.

25 de junio de 2014

¿Qué sucede, Marco Antonio, para que tengas esa cara tan lavada?

Leo una novela. 
La narración es pasable.
Los diálogos, por el contrario, son tan poco creíbles que acribillan los ojos.

Las palabras y expresiones usadas no son coloquiales -y el contexto lo pide todo el tiempo-.
Cada personaje, con sus líneas, más que charlar, enseña. Enseña como una maestra de segundo grado. Enseña mal.
Las situaciones son forzadas, los personajes despiden moralina barata, queriendo responder a otra moralina más barata aún.

Salteo párrafos enteros, leo en diagonal, para poder ver qué sucede.
Para aprender cómo no escribir.

24 de junio de 2014

Olfato

Subió una familia al colectivo, dos nenas de entre 9 y 12, un bebé de un poco más de año y medio, la madre. Un hedor tremendo, mezcla de todas las suciedades y olores corporales. Agresivo. 

Por el horario, el colectivo no venía lleno, pudieron sentarse. Estaba yo en uno de los últimos asientos individuales. Las chicas con el bebé se sentaron atrás, la madre un poco más adelante, en uno de los asientos dobles. Y los olores. No era el pañal del bebé, no era sudor: era el peso de la pobreza hecho aroma. 

Algunas ventanillas se abrieron discretamente, pese al frío. Me sentí tentado de cambiar de lugar e irme más adelante. Estoico, permanecí. Sentía que irme sería violento. Calculé que bajarían en La Cava -sí, juzgué por portación de rostro-. El bebé comienza a llorar. Se hablan entre madre e hijas de un lado al otro. Y el olor.

Bajan en Neyer y Rolón. El olor se me queda en la memoria. Doliendo. De muchas maneras.

23 de junio de 2014

Onírico III

Toda la noche -al menos, eso percibí- soñé con un examen de Historia de la Iglesia que tenía que dar. No había estudiado nada, no encontraba los apuntes ni la carpeta. Por momentos, entre sueños despertaba y me daba cuenta que no era cierto, pero no alcanzaba para tranquilizarme: me dormía y volvía a soñar lo mismo.
El profesor -el real- es un tipo al que admiro mucho. Ahora ya está grande, con problemas de memoria, en un hogar de ancianos donde se encuentra muy a gusto. En el sueño, no quería decepcionarlo.

Todo el día me quedó dando vueltas... ¿a quién no quiero decepcionar ahora?, ¿qué examen no preparé?
En un momento, de la nada, me apareció una charla que tuve en la semana, donde sentí que la persona me estaba poniendo a examen, dudando de mí, de lo que sabía y exponía. Por educación, no respondí cómo hubiese querido: no encontraba el modo -los apuntes, las carpetas- para hacerlo bien. Me decepcioné, me quedé con ganas.

Igual, tuvo que venir el subconsciente en mi ayuda.

22 de junio de 2014

Finde agitado

Viernes por la noche, festejo de los 40 de mi compadre Martín.
Sábado por la mañana, mi ahijada Rocío -la primera ahijada-, recibía la Biblia, en su camino de catequesis.

La cantidad de personas conocidas, queridas, con las que me encontré entre ambos momentos me dio mucho contento. El sábado veía a algunos que conocí pequeños acompañando a sus hijos; otros, que habían acompañado a sus hijos, ahora estaban con sus nietos. 

El viernes, pudimos volver a celebrar la vida, ese regalo enorme, que nos une, que nos hace compañeros de camino, que nos hace tanto bien y tiene tanto don.

Por momentos, me desborda tanta riqueza.

20 de junio de 2014

Sinfín

Las infinitas variaciones que terminan siendo repetidas.

Me imagino que todas las situaciones van por una cinta de Moebius, falsamente inabarcable, falsamente finita.

Mientras creemos avanzar, solucionar, repensar, aparecen las mismas problemáticas, apenas modificadas. Lo que era arriba es abajo y arriba otra vez. Deshacemos el camino para multiplicarlo.

Pesadillas inacabables.

19 de junio de 2014

Onírico II

El lugar donde brota el sonido, donde la palabra es concebida, donde los colores se hacen formas.
Un pre-lugar donde no hay conceptos, sino sensaciones.
Donde lo contrario es junto, a la vez, no al lado, agua que no moja, frío que caldea.

Por un lugar así anduve en sueños.

18 de junio de 2014

Falacias verdaderas

Los demás, los otros, los de allá, los que no son nosotros, los diferentes,

son mejores, peores, más educados, unos brutos, terribles, fascinantes, trabajadores, vagos,

porque tienen mejores leyes, peores gobiernos, el país que se merecen o nos merecemos, son más cultos, ignorantes.

Me hartan.

17 de junio de 2014

Visita

Me está persiguiendo desde hace días don Mario Benedetti. Esquivas como el azar se me aparecen sus palabras: retazos de un poema, la historia de Rita, Martín y Laura, fragmentos de un cuento, su mirada desangelada, según propias palabras.

No sé qué viene a decirme, no creo en fantasmas. Aún así, el hombre que mira me reclama que lo mire, sigue habiendo una esquina rota en una primavera, Juan Ángel debe haber envejecido desde que nos encontramos.

Debe ser, creo, una invitación. Falta descubrir a qué.

16 de junio de 2014

Ambos y todos

Profetas agoreros tan peligrosos como los de felicidades instantáneas.
Paso de ambos. Prefiero y me quedo con quienes saben que el pesimismo y el optimismo son dos trampas hermanas.

Que más allá o acá hay lucha y sosiego, pérdida y hallazgo, ruptura y continuidad.
Con llanto, puede ser, con risas mejor.
Pero en una mezcla infinita.

15 de junio de 2014

Al taco

Yendo para el barrio, paso delante de una casa. Temprano, a eso de las 17,30. Desde afuera se oía la música atronadora. Es decir: pasando, no podía escuchar a la persona que iba mi lado.

Me imaginaba a una madre o un padre queriendo decirle algo a su hijo/a o al hijo/a con ganas de compartir cierta necesidad o simplemente queriendo ser escuchado.

Me imaginaba a un nene que se quedó encerrado en el baño y pide que lo ayuden.

Me imaginaba auna mujer gritando porque le pegaban.

Me imaginaba a un adolescente llorando a los gritos porque su novio/a lo dejó.

Me imaginaba a un otro subiendo el volumen, para no escuchar ni escucharse.

14 de junio de 2014

Colonialismo

Cuando era chico creía que los españoles no nos querían porque nos habíamos independizado de ellos. Sí, ya sé, Freud, Tótem y tabú, Edipo y demás tendrían mucho que decir al respecto.

Me acordé de eso al escuchar a unos padres que no se dan cuenta que su hijo, cercano a los 20, puede tener otras opiniones, buscar otros caminos, disentir, no cumplir con los que ellos soñaron.

Sí, la independencia decepciona, la libertad desconcierta. Aún a quienes dicen querernos libres e independientes. A ellos, sobre todo.

13 de junio de 2014

Dignidad

Un pibe portador de VIH sube al colectivo vendiendo sahumerios hechos por él mismo. Brian.
Aclara que recibe los remedios gratuitamente, proveídos por la salud pública, que no es cierto quienes dicen que no. Más de una vez oí esa canción sabiéndola falaz.

Comenta cómo se contrae el virus, que ya no es sentencia de muerte, que no hay riesgo en el contacto social. Advierte del riesgo que conllevan ciertas adicciones al nublar la conciencia o bajar el juicio. No hace moralina. Expone. No se victimiza. Cuenta.

Recuerda dónde acudir en caso de dudas para realizarse el análisis. Dónde hay posibilidad de grupos de ayuda mutua para los primeros impactos. Vuelve a recordar que los medicamentos, ya lejos del AZT. Deja sus sahumerios asiento por asiento, a voluntad, pague lo que pueda o quiera.

Huelo los que me deja. Deja mucho más que sahumerios.

12 de junio de 2014

Manos esquivas

Te pueden tender mil manos, pero si no tomás ninguna el problema no son las manos ajenas. Entonces, no hay queja que valga.

Digo, porque me cruzo a menudo con reclamos más o menos velados, que buscan culpabilizar -a mí, a otros- cuando en realidad, no son más que excusas para no hacerse cargo de uno mismo. 

No podemos vivir por ni para otro, no es posible gozar, sufrir, salvar, ayudar, sentir por otro.
Si querés, vamos juntos.


11 de junio de 2014

Te amo, te odio, dame más II

Sigo...

Digo, basado en mi propia y limitada experiencia: he tenido amores que desaparecieron. Por distancia física, por cansancio, por dejar de ver a los amados, por peleas o desavenencias, por opciones que no compartimos...
Puede ser que, recordándolos, sienta nostalgia, recuerde con cariño, me asombre de la lejanía que se instaló, me provoque tristeza, no recuerde cómo ni por qué empezó la cercanía o se introdujo la distancia.

Pero si pienso en un par de odios (palabra fuerte y que asusta tanto que ni nos animamos a decir que lo sentimos) es casi sentir de nuevo la bronca, aunque quizá no la misma. Es revivir la decepción, la mano traidora, la puñalada... 
Si no hay un gesto de sanación -dar, pedir, recibir el perdón-, siguen hiriendo las heridas.
Montescos y Capuletos redivivos.

10 de junio de 2014

Te amo, te odio, dame más

Cuando el odio es la opción, no hay argumentos.

Es más fácil dejar de amar -celos, cansancio, rutina, otro amor que aparece, desgaste, infidelidad- que dejar de odiar.

Nada que haga el odiado puede ser del agrado del odiante. Por el contrario, todo es susceptible de sumar al odio.

Para dejar de odiar, hay que dejarse. Dejarse de buscar motivos, dejar de justificarse.
Pegar un salto. Vértigo.

9 de junio de 2014

1+1+1+1+1+1

Desde unas pocas letras a unas muchas palabras.
De un par de hebras a un tejido.
De varios granos molidos a un pan.
De unas notas a una sinfonía.
De un encuentro a una vida.
De unas manos a una red.
De una utopía a un horizonte.

Pasos. Pasos.

8 de junio de 2014

Por la paz

Hoy, en Ciudad del Vaticano, a las 14.00 hs de Argentina, el papa Francisco, los presidentes de Israel y Palestian, Peres y Abbas, un patriara ortodoxo y algunos más se reunirán rezando por la paz entre palestinos e israelíes. Un gesto, un encuentro que es todo un signo.

Desde tiempos prebíblicos, la zona que hoy llamamos Israel, fue disputada por diferentes etnias, tribus, imperios, reyes... Estando en un enclave de rutas comerciales (por tierra, de Asia a África, de Asia a Europa; por agua, bañada completamente por el Mediterráneo), quien la dominara se haría con más que un territorio.

Siglos después, las razones varían, las disputas siguen.
Creyentes o no, unámonos a este pedido, a este deseo.
Que la tierra prometida a Abraham, padre de judíos, musulmanes y cristianos, tenga paz. 

7 de junio de 2014

Don Paco

A los 94 lúcidos y plenos, don Paco tuvo la mala idea de morir. Lo creían inmortal y ya quisiera ser como él cuando viejo.

Españolísimo que amaba a Argentina. Inmigrante que, por poder, se casó con Carola, con quien estuvo hasta que su novia eterna se le adelantó, hace unos pocos años. Paco tomaba todo en serio menos a sí mismo. Escribía largos párrafos para conmemorar y celebrar a los demás, llenos de poesía, guiños y metáforas. Cuando los leía, temblábamos: nunca se sabía hacia dónde iba ni cómo terminaría. Con acento castizo e histrionismo, avanzaba.

En la década sangrienta el horror le quitó dos hijas: Teresita, quien sigue desaparecida, Lourdes, que tuvo que exiliarse en España entre gallos y media noche. Sus otros hijos, siguen trabajando con compromiso social y político. Verlo, en alguna celebración, abrazando a un militar retirado para darle la paz, es una imagen que guardo profundamente.

El viejo Paco -¿Pero qué decís, Paco? solía provocarlo- poseía una enorme bonhomía, esa cualidad tan sutil y desusada. Un caballero gallardo. Un maestro.

Hasta tanto.

6 de junio de 2014

En la vía


Como casi todos los miércoles fui a visitar a mi familia. Bajé donde siempre para caminar y al cruzar el túnel del tren, me encontré con estos zapatos.

En el borde de la escalera, como esperando que alguien los baje o a un dueño que no llegó aún.
Saqué la foto -bendita camarita del celular-. La subí a facebook y Mariana dijo que había ahí un cuento, o varios.

No sé de dónde vinieron ni para dónde van; sé que abren mil historias, aunque sólo ellos tengan su secreto.

5 de junio de 2014

Eso que humana

Me convenzo cada vez más: las heridas son lugares de sanación. Cuando una persona atraviesa una situación adversa que la marca -dolor, muerte, enfermedad- y puede sanar el recuerdo, esa experiencia se vuelve luminosa, genera una posibilidad de empatía, de vida, de compasión enorme.

No se trata de revivir el desgarro -siento que si se revive es que no terminó de sanar-, sino de poder recordarlo, recordarse y desde ahí poder estarse delante de otro que vive algo similar. Silentes, sostenes, solidarios.

No se trata de pasar por todas las innumerables situaciones humanas, imposible. Es otra cosa que no sé.

4 de junio de 2014

Stories we tell II

Somos lo que narramos y lo que callamos. Creo que más lo que callamos, en verdad.
Nadie, ni nosotros mismos podemos terminar de decir nuestro misterio, de narrarnos, de contarnos. Algo se escapa siempre.

Podemos y pueden hablar de lo visible, lo fenoménico. Intuir un par de motivaciones ocultas. Llenarnos de años de terapia y entender un poco más. Algo se sigue escabullendo.

En el fondo somos un misterio, un abismo de... ¿de qué?

3 de junio de 2014

Stories we tell

Así es el nombre de la película/documental dirigida por Sarah Polley. Por un artículo de Página 12 me
entraron las ganas y la intriga de verla. Filmando a sus hermanos, a su padre, a amigos y colegas de su madre, les pide que le cuenten "toda la historia, como si yo no la supiera": la historia de su madre, sus pasiones, su vida.

Las voces, corales, van haciendo un retrato similar y contradictorio, se intuye una historia no dicha, que asomará, se ven imágenes viejas de Diane y la familia, se va armando una/s historia/s a partir de las historias que narran cada uno.

¿Quiénes somos? ¿Somos lo que los demás recuerdan y narran? ¿Quién, quiénes nos dan voz y entidad cuando no la tenemos, porque no estamos, porque hemos muerto, por lo que fuere? ¿Qué imagen, foto, película se arma quien escucha estas historias? ¿Dónde está lo que somos?

Estas preguntas me surgían mirando esta película. Hacia el final, aparecen en boca de varios, de la directora, de su padre. Estas preguntas me acompañaron parte de estos días.


1 de junio de 2014

31 de mayo de 2014

Efecto dominó

Volviendo en auto un mediodía quien me traía hablaba de todo y de nada.
Dice, convencido, dolido, incluso:

-Yo no entiendo cómo hay cada vez más pobres.
No sé dónde los hay, ya que no me lo dijo: ¿en el país, en el mundo, en Etiopía?

Respondí:
-Lo que yo no entiendo es cómo hay cada vez gente que se enriquece más y más.

Pero no estábamos para hablar de causas y efectos. 

30 de mayo de 2014

Como humo

Una historia, sin más.
Una historia con principio y fin.

Me falta todo lo del medio.
Asoman bosquejos, garabatos, borradores.
Se escapan antes que los baje al papel.

No hay musas ni misas que valgan.

29 de mayo de 2014

Centímetros más, centímetros menos

No sé por qué me acordaba estos días de cuando el la escuela primaria -ya en segundo o tercer grado- me parecía que los de primero venían cada año más bajitos. No entendía por qué. Sé que en un momento me di cuenta de que no eran ellos los que estaban más bajos, sino que sin notarlo los demás, yo mismo, iba creciendo. Me faltaba, creo, cierta autopercepción, sentirme o saberme en crecimiento, poner en perspectiva.

Ayer charlábamos con Rocío y me contaba que le parecía que los más chicos eran muy petisos. Interiormente me reía de la experiencia compartida, pero como el tema era serio, conveníamos en que a veces no nos damos cuenta de lo que crecimos hasta que vemos a otros más chicos, o lo que nos falta crecer cuando vemos a alguno más alto.

Pensaba después... no sólo se trata de la altura.

28 de mayo de 2014

Teléfono descompuesto

-Hola, buen día.
-Dos manzanas más allá del norte.
-¿A vos te parece?
-Médicos y repollos.
-¿Pero cómo?
-Un impermeable marrón.
-Parece que tiene un tumor...
-Están en la heladera.

Así siento de a ratos la comunicación...
Qué difícil escuchar.

27 de mayo de 2014

Casi humano

Un perro insistió en seguirme más de cinco cuadras. Feo, callejero de toda calle. Este iba un par de pasos atrás. Si me detenía, él paraba. En algunos momentos se adelantaba unos metros y miraba hacia atrás para asegurarse que yo seguía ahí. No quería ahuyentarlo porque me daba miedo cómo reaccionaría. 

Cruzó las calles que crucé, marcó territorio en varios lugares y por suerte desistió en su persecución a media cuadra de casa. No sé por qué comenzó, no sé por qué paró.

Se parece a mucha gente que conozco.

26 de mayo de 2014

Sol del 25

Después del almuerzo al solcito de mayo, Rauli y Ro nos preocupan. Dicen que no saben, que hay que ver si nuestra amistad resiste. El coro de ocho varones que juegan con Legos, se hamacan, patean la pelota, corren, aporta al caos. Rápidamente pienso y repaso a ver si no habré o habremos tenido algún gesto que los haya herido, si nos olvidamos de algo importante para ellos. No encuentro nada, pero como siempre, dudo de mi memoria.

Largan: Estamos esperando el tercero. Al alboroto de los pequeños se suma el de los grandes. Manuel pregunta qué pasa -al fin y al cabo, los alborotadores por derecho son los pequeños-. Nos sorprendemos, los felicitamos, los abrazamos, preguntamos fechas, calculamos semanas. Para principios de enero, otro niño (Juan, según Pipe, que quiere otro hermano varón).

Los que ya tienen hijos hablan de sus experiencias, sus ganas de más o no, el querer o poder. Los que no los tenemos, nos admiramos de estos padres y madres que no idealizan, que aman con responsabilidad y esfuerzo, con ganas.

Llega el café, los panqueques. Se ahonda el misterio de una vida que viene llegando, calladita, oculta. Hay tanto...

25 de mayo de 2014

Marmóreos

En el 2000 estuve unos días en Roma. De ahí tomé un tren para Florencia, donde pasé un par de noches. Lugar de belleza única, en la Toscana, verde, ondulante. Arte e historia a cada paso. Da Vinci, los Medici, Alighieri, Maquiavelo, Miguel Ángel, Bruneleschi, entre otros, nacieron o dejaron sus huellas ahí. Obras que había estudiado en papel, las veía en vivo. Vivía en conmoción constante.

Visita obligada fue ir al Museo de la Academia, donde está el David de Miguel Ángel. Al fondo de una galería, en un pedestal, con luz natural gracias a una lucerna vidriada, imponente reina. Perfecto, tenso, hierático.

En la galería que hay que recorrer para llegar a él, varios pedazos de mármol a medio tallar, obras inconclusas del mismo Miguel Ángel. De la piedra bruta asoman brazos, torsos, piernas, como naciendo, desperezándose. Decía Bounarroti que él se limitaba a quitar lo que sobraba del mármol y liberar la escultura que estaba encerrada. Estos quedaron a medio salir, esperando el cincel. Otros pudieron brillar: el Moisés, La Piedad, las que están en el Museo Médici, el mismo David.

Metáfora, parábola de tanto dormido y oculto en nosotros.
No temer al cincel.

24 de mayo de 2014

Alta in-fidelidad

Pero de verdad, de verdad, estamos siempre dando vuelta en torno a cinco o seis temas, desde la cuna a la tumba.

Siento que los reedito cada tanto. No los renuevo, los reedito.

Las ganas de saber más sobre lo que me gusta permanecen, aunque los gustos varíen.
La necesidad de espacio y tiempo personal están, por más que las actividades y los lugares varíen.
La libertad como anhelo y búsqueda.
Los vínculos sostenidos y renovados.
La mirada crítica, desangelada de a ratos, esperanzada por momentos.
El amor, como certeza y duda y certeza.

Cuatro, cinco, seis temas, mi banda sonora.

23 de mayo de 2014

20 años contando II

Como estoy con fiaca, les comparto lo que escribí para el libro que les contaba ayer.

"1, 2, 3, 4… contamos y ponemos orden, enumeramos las cosas, pasamos de la nada del cero a la abundancia del millón. Cada número suma, cada unidad singular, única, hace a la totalidad. Por más que se parezcan y estén cerca, no es lo mismo 999 que 1000. Contamos cantidades. Contamos con números, para medir el camino hecho.

Contamos y decimos cómo estamos, qué nos gusta, qué nos alegra, quiénes somos. Contamos una noticia. Nos juntamos con un amigo, con una amiga y le contamos cómo andamos. Conocemos a alguien y le contamos quiénes somos. Contamos cuentos, contamos nuestra historia. Contamos con palabras, con la memoria que teje nuestra vida.

Contamos con otras personas: los compañeros que la vida nos va poniendo al lado, los que elegimos para caminar con nosotros. Contamos con las manos, los hombros, las miradas de otros y otras que nos devuelven, como en un espejo, nuestros pedacitos dispersos. Contá conmigo, decimos, para asegurar y afirmar que estamos. Contamos con aquellos en quienes confiamos.
Apoyo san Francisco, 20 años contando en todos los sentidos. 

Veinte años que empezaron a sumarse desde el primer día que algunos (una, dos “seños”) se juntaron con algunos (tres, cuatro chicos) para dar una mano en la educación a unos (cinco, seis) padres y madres.

Veinte años que se hicieron con las personas, muchas personas que con tiempo, ganas, vocación, bienes, se acercaron y se animaron a soñar, a hacer, a estar cada día abriendo la casa, preparando el desayuno, enseñando en las aulas, jugando en el patio, recibiendo a las familias.
Veinte años que gracias a confiar en otros, en los otros que se hacen presencia providente, en el Otro que es Presencia y Providencia, se sigue sumando, narrando, confiando.

Veinte siglos atrás un hombre, Jesús de Nazareth, llamó y sumó a otros para contar con ellos en su proyecto de anunciar y vivir una Buena Noticia: podemos confiar en el Padre Dios, que nos hace hermanos, que confía en nosotros. Veinte siglos más tarde acá, en Beccar, se escucha el eco de esa vos. 

Escuchemos, miremos, contemos."

22 de mayo de 2014

20 años contando

Hoy a la tarde voy a estar en la presentación de un libro -el tercero- que escribieron los chicos y chicas que van al Apoyo Escolar San Francisco. Después de trabajar leyendo, escuchando cuentos, creando y corrigiendo los propios dentro del programa de lecto-escritura, se llegó a este libro. Trabajo colectivo, personal, interpersonal.

Parece una nadería. Es un montón de trabajo de mucha gente. Pero por sobre todo, es reforzar la creatividad, la expresión, la posibilidad de decir y decirse, de contarse, soñar, imaginar. 
Poner palabras, poner en palabras.
Abrir al futuro, celebrar el presente.

21 de mayo de 2014

Repeticiones

Recorrer, repasar, reconocer.
El mismo camino, la misma página, la misma persona.

Confirmar intuiciones, para bien o mal.
Como al borrar lo escrito. 
El papel guarda la memoria de las palabras que ya no están.
Memoria que persiste, que impulsa.

20 de mayo de 2014

Sana envidia

Volví a visitar a María, que por suerte ya salió de terapia intensiva y está fuera de riesgo (Órbitas). Sigue internada, ahora sólo con suero para no deshidratarse y pasar los medicamentos.

Sonríe desde la cama cuando me ve llegar. Una sonrisa enorme, como siempre. Dice que está cansada y sonríe. No le gusta la comida del hospital, y sonríe. Quiere estar en su casa, en su cama. Pero sonríe.

Charlamos un poco, rezamos otro poco. Sonríe. Le cuento que la extrañamos y que las viejis le mandan saludos. Sonríe y agradece.

Tiene mil trescientas razones para ser una mujer amargada. La vida le jugó varias malas pasadas. Su única hija murió de pequeña, tuvo que emigrar desde su Italia natal, enviudó joven, su columna la tiene a maltraer.
Le sostengo la mano, me acaricia, la acaricio. 
Sonríe, agradece. 
Gente enorme, como María, me da calorcito en el corazón.
Gracias.

19 de mayo de 2014

Ahí atrás

Hay ideas, mandatos, conceptos que tengo como grabados a fuego. Algunos me sirven, otros ya no. A estos últimos, las experiencias, lo vivido, lo aprendido los contradicen, los relativizan, los ridiculizan, los deploran.

Sin embargo, están ahí, aferrándose a cualquier circunvalación cerebral, agarrados con uñas y dientes. Cada tanto aparecen, gritan, se quejan. Se resisten a morir.

Por más que me ría de ellos, son parte mía. Los sobrevivo.

18 de mayo de 2014

Dosis mínimas

Sin una cuota al menos diaria de belleza no puedo.
No por snobismo, no por diletante.
Una persona, una imagen, un sonido, un aroma.
Algo que acaricie los ojos, oídos, el corazón.
Hay mucho, claro que hay. Pero es necesario estar atento.

17 de mayo de 2014

Marcas de nacimiento

El mito dice que si una embarazada tiene un antojo y no lo satisface, aparecerá en la piel del bebé en forma de mancha oscura. Las abuelas llaman a esas marcas antojos, justamente.

Pienso en otras marcas de nacimiento, que lejos de ser antojos maternos, son productos de un entramado social, económico, racial, de origen, tan fuertes que signan más que los méritos o esfuerzos personales: ser morocho, de barrio marginal, pobre, es un triste handicap. Lo veo cotidianamente y no deja de doler.
Ser de clase media alta, de un barrio acorde, suma. Lo veo, y no deja de doler.

¿Cuánto más hasta la utopía?

16 de mayo de 2014

Rescoldos

Un fuego mínimo, ínfimo, provoca incendios. 
Una acción mínima, ínfima, tiene repercusiones impensadas.

El efecto dominó puede desencadenar algo terrible o sublime. Así como la violencia se contagia viralmente, se puede, espero, contagiar el encuentro, el diálogo, la paz. Digo, me cuesta, me sale fácil el violento que me habita, que responde. Pero dentro, tarde, temprano, en algún momento, siento que algo se achica, se apoca. 

Veo la TV, leo el diario, escucho cómo le habla un padre a su hijo en la calle. Me encuentro con violencias magnificadas, espejadas, repetidas. Tengo que espigar entre tantas cosas, a veces, para encontrarme las bondades, como brasas entre cenizas.

Un fuego sagrado que no hay que extinguir.

15 de mayo de 2014

Entretanto

"Para venir a lo que no sabes, has de ir por dónde no sabes" Juan de la Cruz.

Como cuando de casualidad, por perderte, llegás a un lugar mejor. Sin dejar modos viejos, no podemos llegar a lo nuevo, si no vaciamos, no podemos ser llenados. Sin callar, no escuchamos. Sin poner entre paréntesis lo aprendido, no podemos acceder a la novedad. Soltar para aferrar. Saltar para ser recibido.

A vino nuevo, odres nuevos.

14 de mayo de 2014

Tramas

Hilos en un telar.
Hojas de un libro, palabras de un poema.
Olas del mar, brazos de un río.
Paredes y cimientos, tierra y agua.
Granos en el pan, letras de una palabra.
Células y tejido, sístole y diástole, inspiración, expiración.
Paso y descanso.
Soy porque somos.

13 de mayo de 2014

Llega agua al tanque

Una semana peleando con el agua en casa: se tapó el caño, se rompió la bomba, vino el plomero, compramos una nueva, la cambió,
el agua corría sucia, limpié el tanque con cepillo y lavandina, trepado en el techo, el agua que entraba de la red venía sucísima, las cañerías no se terminaban de limpiar, burbujas de aire impedían que corriera bien al abrir las canillas.

Finalmente, parece que ahora anda todo mejor. Sólo que cuando volví a destapar el tanque, para ver si había agua, todo la impureza que traía había decantado. Se veía clara, transparente...

Como en nosotros. Después de un tiempo, aclara, las cosas decantan, se ve mejor. Aunque la "tierrita" quede adentro, en el fondo, hay pureza, transparencia.

12 de mayo de 2014

Los sospechosos de siempre

En los primeros siglos del cristianismo, muchos cristianos y cristianas sufrieron el martirio. La autoridad civil, ajena a esta religión, los veía como peligrosos al no lograr que acataran las órdenes de ofrecer sacrificios a los dioses, desafiando así el orden imperial. Rechazar a los dioses y al emperador diciendo que el crucificado y resucitado era Señor, era motivo de marginación, destierro o muerte. El modo de vida de estos  creyentes -mutual, solidario, inclusivo- era calladamente provocativo. Estaban "afuera".

Cuando el imperio romano acepta el cristianismo como religión oficial, empieza a tejerse una alianza iglesia-poder imperial que hace que quienes habían sido perseguidos, adopten los medios opresores del imperio para con otros. Ahora que ellos estaban adentro, los "de afuera" eran otros. Decreció el número de mártires cristianos, creció el número de muertos por herejes. Y fueron las cruzadas.

El siglo XX ha tenido una enorme cantidad de mártires: en los campos nazis, junto a los millones de judíos, muchos cristianos opositores fueron asesinados. Algunos reconocidos como mártires por la misma iglesia romana.

Pero ¿qué pasa cuando los mártires son producto de quienes dicen defender la civilización cristiana y occidental? ¿Cuando los que matan y los matados son parte de la misma iglesia? ¿Cuando martirizadores y los martirizados son hermanos?

Pasa que dejan de ser reconocidos como mártires para ser sospechosos: Oscar Romero, Jane Donovan, Enrique Angelelli, Leonie Duquet, Alice Domon, Carlos Mugica, Ponce de León, Ita Ford, Maura Clarke, Dorothy Kazel...

11 de mayo de 2014

Cuestión de actitud

¿Y si ponemos una décima parte de la energía y tiempo que le dedicamos al mundial a

  • ser más honestos?
  • preocuparnos por el otro
  • leer un libro
  • salir a pasear
  • trabajar por el país que queremos
  • romper con las telarañas del mal
  • aprender el nombre de cuatro mujeres desaparecidas en las redes de trata
  • dar algo de tiempo en un trabajo voluntario?

Un cachito, aunque sea.

10 de mayo de 2014

Ida y vuelta y al revés

Pasé gran parte del día yendo y viniendo de Beccar a Córdoba y Callao, a la mañana, y a la tarde, a La Paternal. Debo haber viajado en total más de seis horas en transporte público: tren, subte, colectivo.

La variedad de fauna humana no deja de desbordarme. La cantidad de vendedores ambulantes -desde Curitas hasta un DVD con 99 temas del 2014, pasando por pastillas, pañuelos y un CD con cuentos narrados por María Elena Walsh- era desmedida.

Entre las conversaciones que oí y  las que escuché, la oferta de cosas que vi, los tiempos que esperé y las páginas que leí, tengo un maremagnum en la cabeza como para un par de días: desde una chica que dejó el estudio de escenografía y ahora se dedica al diseño de joyas, la señora que para no caerse en el colectivo se me aferró, el bebé que se reía a carcajadas hasta un chico que no dejó de hacer ruidos de beat-box desde San Isidro a Belgrano.

Si se me entreveran en los sueños, me daré una panzada.

9 de mayo de 2014

Elegir/nos

Tuve que cuidar un rato a mi ahijada, mientras la madre iba a una reunión por su trabajo y el padre volvía del suyo. Tiene casi ya 8 años y dibuja, pinta, crea que es una maravilla. Vimos un poco de tele, hicimos las compras para la cena, pasó su abuela, charlamos, me mostró sus dibujos, me contó que están aprendiendo las tablas de multiplicar, armamos una silla de ruedas con Legos para un muñeco rengo -terminó siendo una camilla y luego un auto-.

Cuando los padres estaban en proceso de adopción, largo, desgastante, ya estaban -todos estábamos- perdiendo la esperanza. Años de espera, viajes al interior para llevar carpetas y legajos, falsas ilusiones, insinuaciones para que "busquen por izquierda". Cuando ya la esperanza estaba perdida, un llamado abrió torrente de vida. Ahí estaba una niña, esperando por sus padres. Ahí estaba, ahora, esperándolos conmigo.

8 de mayo de 2014

Caras del horror

Más de 300 niñas/jóvenes secuestradas por un grupo islámico extremista en Nigeria. Para venderlas como esclavas, para usarlas como esposas, para ser violadas y abusadas http://www.infobae.com/2014/05/05/1561877-horror-nigeria-ninas-secuestradas-son-violadas-15-veces-al-dia).  Horroriza leerlo, saberlo. Horroriza hasta el espanto.

Tengo a estas chicas atravesadas en la cabeza, en la garganta. Me imagino -no puedo imaginarme- la desesperación, la ansiedad, los miedos, los gritos.

Ellas en Nigeria, las esclavas y esclavos sexuales para los turistas en Tailandia o Filipinas, las que malviven en tantas whiskerías al costado de las rutas. Las que son/los que son abusados en sus casas.

Es tanto el mal, es tan tremendo lo que los malvados pueden hacer, que me ataca la desesperanza.
Por más que tantos y tantas luchen, deploren, condenen, siento que es enfrentar a Medusa: por cada cabeza que se corta, crecen dos.
Duele.

7 de mayo de 2014

Caños y canillas

Algo pasó en la cañería del agua en casa y hace un par de días que abro la canilla como reflejo, para en
seguida darme cuenta que no sale nada. Pensé que era la bomba que no funcionaba, pero no, anda bien. Debe haberse atorado algo -basura, sarro, un hipopótamo-. Como por suerte en la planta baja hay, subo un par de baldes, lleno botellas, termos. 

Cocinar es fácil. Lavar, mientras no se me acaben los platos o los cubiertos, puede esperar. La cosa es bañarse. Manías de ser limpio. Caliento agua, lleno un balde, tomo una jarra, me meto en la ducha, una jarra para mojarme, me enjabono, champú, me enjuago. 

Más allá de lo incómodo de la situación, no puedo dejar de pensar en quienes no tienen agua, en los que dependen de una canilla para todo un barrio, en los que tienen un pozo contaminado, en las mujeres que hacen kilómetros diarios para abastecerse. No por aquello de "mal de muchos, consuelo de tontos", sino para no dar por sentadas las cosas: el agua, la comida, el amor. La vida.

6 de mayo de 2014

Antiparálisis

Margaret Atwood, escritora canadiense que me gusta mucho, escribió: "Si esperara/me quedara esperando la perfección, no escribiría nada." 

Ahí está la cosa, parece. No esperar lo perfecto para comenzar a hacer algo. No tenerlo como origen ni meta, no pretenderlo. Si aparece, bienvenido. Si no, no es tan importante. 
Pienso, claramente, que no tiene razón.

Claro, lo dice ella, que escribe bella, claramente, con creatividad, imaginación, investigando y creando mundos posibles. Así no vale.

5 de mayo de 2014

Entre todos

Mil años atrás pasé dos semanas en el Cottolengo de Claypole. Un mundo aparte donde viven  cientos de hombres y mujeres con diferentes discapacidades físicas, mentales o ambas. Algunos en el borde de lo
humano... Son asistidos por hermanos y hermanas de la congregación que fundó Luis Orione, más varios colaboradores: médicos/as, enfermeros/as, terapeutas, terapistas ocupacionales, cocineros/as.

Algunos de los internos están postrados, otros andan en sillas de ruedas, muchos, la mayoría camina. Hay alianzas entre algunos: uno puede caminar y "adopta" a otro que anda en silla de ruedas y lo pasea, llevándolo de un lado a otro. Uno que no ve, anda agarrado al cinturón de un hombre con síndrome de Down, su lazarillo. El que puede y quiere, ayuda con los demás. Claro que cada tanto estalla una reyerta a título de una nimiedad. Pasa. Se pasa.

Me acordaba de esto porque sentía que tengo/tenemos que seguir aprendiendo a trabajar, vivir, fomentar la posibilidad de ser-con-otros. Ser-gracias-a-otros. Ser-para-los-otros. Como podamos, como se pueda.

4 de mayo de 2014

24 horas

Una cena con amigos, riendo hasta llorar.
Un desacomodo de sueño.
Un correo anunciando la muerte del padre de un amigo.
Un par de  visitas.
Quincuagésimo sexto aniversario de bodas de mis padres.
Almuerzo tardío y apurado.
Ducha para reactivar.
Salir al barrio.
Celebración.
Velorio. Abrazos.
Encuentros con viejos conocidos.
Más abrazos.
Vuelta a casa.
Empanadas recalentadas.
Un poco de tele.
Lectura.
Intentar dormir.

Todo lo que cabe en un día.

3 de mayo de 2014

Feriado

Mucho lindo.
Mucho bueno.
Mucho encuentro.
Mucho sueño.

Hasta mañana.

2 de mayo de 2014

Con manos de seda

Hay personas que han pasado tanto desmerecimiento, tanto destrato, tanto maltrato, que tienen minada su autoconfianza. Es como si quisieran ponerse de pie y en lugar de huesos sus piernas fueran de algodón. Caen, se desarman y para avanzar se arrastran a duras penas.

Además también se complica la confianza en los demás, como si cualquiera pudiese herirlos nuevamente. Como un animalito asustado, huyen porque no saben si la mano se alza para pegar o saludar.

Ay, cómo duelen estas heridas tan básicas, primordiales. Qué difícil sanarlas.

1 de mayo de 2014

Des-abundancia

Para tener algo qué decir, decimos cualquier cosa. Aunque no sepamos de qué se trata, aunque sepamos que estamos mintiendo, aunque sepamos que no es tan así.

"Tener palabra", decían los abuelos.

Tenemos demasiadas, sobran. 
Tantas que se confunden, se contradicen, se pierden.
Enredan, dicen y desdicen.

Podarlas.

30 de abril de 2014

Como todos, como nadie

Las personas pueden cambiar.
La gente no cambia más.

Ambas sentencias son ciertas y ambas falsas: tengo pruebas que confirman una negando la otra y al revés también.

Personas que revierten historias, defectos, vicios.
Personas que se empecinan en vicios, defectos y empeoran las historias.
Lo contrario también.

Las mismas personas. Otra gente.

29 de abril de 2014

Órbitas

En el hospital, esperando para entrar a visitar a una vieji en terapia intensiva.

Mil personas que vienen, van, pasan. Traen cosas para sus enfermos: agua, termos, ropa, algo de comida. Pasan médicos rodeados de practicantes. Enfermeros, gente de cocina con el almuerzo. Suenan celulares. Algún llanto. Caras preocupadas. Los carteles de "silencio" no logran acallar el murmullo que crece hasta ensordecer. Trato de leer para acortar la espera. Me distraigo de la historia del papel y me enredo en las historias que están ahí, al alcance de los ojos. Cierro el libro.

Un mundo, mil mundos. 

28 de abril de 2014

Quién sabe

Una idea que no me deja: lo abismal que puede ser la maldad humana. No hablo del mal puntual que a veces todos cometemos, en el que caemos de cuando en cuando. No. Pienso en lo insondable de personas que eligen hacer de su vida una vida al servicio del mal: narcos, tratantes de personas, criminales, abusadores, torturadores.

Redes de mal. Maldad que se mantiene y retroalimenta en el tiempo, que mancha y causa muerte a su paso, provoca vida indigna en los que toca.

Más de una vez me encuentro tratando de imaginar cuántas barreras hay que atravesar para anular la conciencia, hacer del otro un objeto, despersonalizarlo, deshumanizarlo y poder así ser mutilarlo en mil modos diferentes.

Decir que son todos sociópatas o psicópatas se me hace fácil. Pero ¿en qué momento abrimos las puertas, transamos con el mal y elegimos vivir en la oscuridad?

27 de abril de 2014

Afasia

Me sorprenden -dolorosamente- las pocas palabras. Gente que no puede usarlas, que no las tiene.
No poder hilar dos, tres frases para decirse sin que haya que sacarlas con fórceps.
Nada difícil, algo tan simple como poder expresar una necesidad, como poder decir un pensamiento, como poder verbalizar un deseo.

No es cuestión ni de edades, ni de clases sociales, ni de universitarios o analfabetos. Es, creo, una dolorosa desconexión con el mundo interno, que enmudece. Otros dicen, hablan, expresan. Apropiamos esas palabras, esos decires como si fuesen nuestros.

Una forma de anestesia.

26 de abril de 2014

Tanteo

Armar y desarmar los supuestos, como un rompecabezas caprichoso.
Probar desde otro ángulo, otra postura, otros zapatos.
Tener la intuición de saber por dónde pero no cómo.
Más que caminos, senderos, picadas casi perdidas.
Certezas que dejan paso a intuiciones que se hacen certezas nuevas.
Ensayar, intentar, proyectar sin planos, sin planes.

Me lo digo como para convencerme, para aflojar, para disipar rigideces que se pegan, que me pegan.

25 de abril de 2014

Primerizos

Escuché hoy la pregunta: ¿cuál es el primer libro que leíste? No iba dirigida a mí, pero se me instaló. Gran parte del día estaba en segundo plano, como rebuscando en la memoria.

Me acuerdo...
de ser chico y no saber leer aún y buscar las historietas de Mafalda que había en casa de una tía.
de descubrir, ya en el colegio, que conocía las palabras del libro de lectura.
de alegrarme con los libros de la colección Robin Hodd, sobre todo, los que traían algún dibujo.
de Tom Sawyer y Huckleberry Finn
de Chico Carlo
de ¡Viven!
de Cien años de soledad

De muchos primeros que pasaron... de muchos que esperan todavía.

24 de abril de 2014

Distorsiones

La distancia entre lo que decimos y lo que entiende quien escucha. Un abismo.

El día está fresco, digo.
Tiene frío, escuchan.

Estoy cansado.
Tiene sueño.

Mínimos e inicuos ejemplos.

¿Es posible eliminar esa brecha?
¿Qué acerca, qué aleja?

Misterio.

23 de abril de 2014

Saberes, sabores

Pasar de las ideas a las experiencias... la diferencia entre saber y sabor, primas etimológicas.

De saber que el chocolate se hace con cacao, suele tener forna rectangular, es dulce y se derrite a 37º grados a cortar un pedacito, ponerlo sobre la lengua, aplastarlo contra el paladar y dejar que vaya invadiendo las papilas, la nariz, la boca.
De mirar un documental sobre las cataratas del Iguazú a dejarse salpicar por el agua y envolver por el estruendo.

La idea sin experiencia es teoría pura, vacía, hueca. La experiencia carga de sentimiento, de sensación, de sentido. A veces no la anula ni la niega, la plenifica, la redondea. Suma. Otras, la desdice, la modifica a tal punto que deja de ser la idea primera.

Riesgos.

22 de abril de 2014

El tiempo (no/s) pasa

Reflejos, espejos, mutualidades.

Pasé a saludar a Mariana, Rory y los peques, que regresan a Manchester. No hacía calor, pero los niños disfrutaban la pileta. Tomamos unos mates, para darnos un tiempo de yapa.

Pasaron Santi y Fianna envueltos en sus toallas. Eduardo iba y venía. Zully, lúcida como siempre, acotaba cuando nos quedábamos a solas. Se mezclaban el inglés y el español. La mesa, siempre, lugar de comuniones.

Volví a atravesar una puerta y a despedirme, como mil veces, a dar un abrazo, como mil veces, con promesa de reencuentro. Celebrando este presente bello y arduo. Caminé una cuadra caminada mil veces, esperando el colectivo, como mil veces.

Un maremoto de emociones, ideas, sensaciones, me atravesaban: gratitud, fidelidad, gozo, sacralidad, presencia, un atisbo de tristeza por la distancia, un caudal de alegría por lo compartido. Me acordé de un pedacito de un salmo: "el sembrador va llorando cuando esparce la semilla, pero vuelve cantando cuando recoge las gavillas" (Sal 126).

Tiempo de cosecha serena, calma, agradecida.
Gracias.

21 de abril de 2014

Resaca

Días como estos últimos me hacen estar profundamente agradecido por ser parte de una comunidad.
Ver y sentir como las personas crecemos, asumimos protagonismo -oculto o notorio-, como algunas opciones son compartidas, como hay miradas comunes, gestos de cercanía, de cuidado.

Me siento resacoso cosas lindas. De gente linda, noble.

20 de abril de 2014

Domingo

Penumbras.
Luz humilde.
Palabras viejas que se hacen nuevas:
caos, creación
opresión, libertad
alianza renovada
Espíritu/Aliento.
Aguas lustrales, como las de las mujeres de Saramago.
Otras mujeres solidarias.
Una orden: Dejen de temer.
Otra orden: Alégrense.
Otra más: vayan y digan.
Pan y copa.
Mesa.
Hermanas, hermanos. Hijos.

Pascua.

19 de abril de 2014

Sábado

Agua en botellas de plástico.
Flores artificiales. 
Aroma a campos de lavanda en spray.
Sabores en polvo.
Naranjas en sobre.
Encuentros virtuales.
Mascotas electrónicas.
Cuerpos a medida.
Comida "como casera" comprada.
Muerte disfrazada de show.
Cruces en las paredes.

La realidad lejana.

18 de abril de 2014

Viernes

Trata de personas.
Narcotráfico que esclaviza a muchos y enriquece a modernos Caínes.
Abuso de menores.
Tráfico de armas.
Guerras "justas".
Desaparecidos que no aparecen.
Pobres empobrecidos por ricos que se enriquecen.
Trabajo esclavo.
Víctimas del hambre en un mundo con bienes para todos.
Torturados en comisarías.
Mujeres golpeadas.
Asesinados en un robo.
Asesinos que no conocen más que la violencia.
Chicos y chicas sin padres muertos por guerras o exterminios.
Desplazados, refugiados.
El borracho perdido de la esquina.
Gente que muere o malvive sin acceso a lo básico.

Crucificados.


17 de abril de 2014

Jueves

Ritos repetidos: cepillarse los dientes, la ducha matutina, el café, mate si hay más tiempo.
Cocinar, comer, lavar los platos. Regar las plantas si están necesitando agua.
Comida para los gatos, que reclaman.
Hacer las compras y encontrarse con vecinos. Contar alguna novedad. preguntar por la familia.
Ver un poco de tele. dos pocos. Meter la ropa a lavar. Leer antes de dormir.
Ritos repetidos, cotidianos.
Rutinarios.

Pan y vino. Promesas de fidelidad y presencia.
Ritos repetidos donde irrumpe el misterio que sobrepasa, que habita.
Que renueva, que centra. Que reúne. Envía. Anima.

16 de abril de 2014

Gordura e hinchazón

Hay quienes a lo largo de su vida conservan un mismo estilo, una coherencia que los atraviesa -para bien o mal-, que los hace fieles a su tiempo, a la historia, a sí mismos. 

Personas que pueden y se dejan interpelar por los hechos, que en su honestidad no dudan en reajustar ideas, revisar posturas, repensar lo conocido, pero con una gran fidelidad a lo que son y postulan. Maleables, pueden adaptarse no para sobrevivir, sino para encontrar más vida. Son las menos.

La mayoría, creo, piensa que conservar un estilo, una línea, ser coherentes, es pensar exactamente lo mismo a los 20 que a los 40, a los 40 que a los 60. Rígidas, endurecidas, cual cruzados buscan la pureza prístina.

Gente que envejece pero mantiene sus ideas jóvenes. Bah, más que jóvenes, adolescentes. Bah, infantiles. Esos sobran.

15 de abril de 2014

Luna de Pésaj

Luna llena. La primera después del 21 de marzo. Por eso, el sábado que viene es pascua: la primer luna llena luego del equinoccio de marzo. Desde que Israel era nómade. Fiesta de pastores. Fiesta de cultivadores. Fiesta de la tierra que comienza a dar frutos en el hemisferio norte. Fiesta de fertilidad, de libertad, de escape, de búsqueda.

La luna gorda, llena, preñada. La tierra agradecida. Los hebreos que huyen de Egipto. La memoria que se transmite. Las preguntas: ¿por qué esta noche es distinta? El pan sin levadura para comenzar sin nada corrompido. Los relatos antiguos y nuevos. Todos fuimos esclavos en Egipto, todos escapamos de faraón, todos buscamos conservar la memoria.

Mientras haya un hombre, una mujer que sea esclavizado, que no tenga libertad, que no sea respetado, sigue siendo necesaria renovar la alianza. La liberación está en marcha, la libertad es destino.

14 de abril de 2014

Loco amigo

Ya escribí varias veces acerca del loco de los cartones, ese que siempre pregunta qué hora es.
Como casi todos los domingos, me lo volví a cruzar. Lo vi de lejos, abriendo un contenedor de basura, sacando cosas, oliendo una tela (¿camisa, remera, trapo?) para evaluar si la ponía o no en su carrito.

Venia yo desde Av. Rolón y tenía un bombón y una bananita Dolca. Cuando estoy a unos pasos -suele mirar raro, como si no viese bien o desconfiara del que se acerca-, saco el bombón del bolsillo de la campera y se lo extiendo.
-Viene bien para el frío, le digo.
-Gracia, samigo. ¿Qué hora es?, ¿las tres?
-Dos y cuarto, recién.
-Uh, ya las dos y cuarto.
-Sí, hasta luego.

Hago unos metros.
-¿Si tenés papeles me los guardás?
-Sí, seguro.
-O diarios, o revistas. O ropa, o una campera.
-Ok, cómo no.
-Gracia'.
-Chau, nos vemos.

Sigo. Me doy vuelta para mirarlo. Pela el bombón, se lo mete entero a la boca. Tira el papel en el contenedor. Vive de la basura, del descarte de los otros y tuvo la grandeza de no ensuciar con el papel mínimo de la golosina.
Un capo.

13 de abril de 2014

Domingo de Ramos

Por costumbre, almanaque, tradición, fe, superstición, inercia y varias razones más, estamos empezando la semana santa. Las diversas iglesias cristianas celebran la muerte y resurrección de Jesús, corazón de la fe.

Hoy, domingo de ramos o de pasión, muchas personas se acercan a buscar el ramo, se lee la entrada de Jesús a Jerusalén, y el proceso, condena, muerte y sepultura. A muchos nos conmueve  y toca algo adentro.

Este año me resuenan fuertemente un par de cuestiones que olvidamos:

  • Jesús es asesinado. La cruz es un asesinato, es la pena de muerte infame reservada a los infames.
  • El proceso lo lleva adelante gente religiosa, la elite del sanedrín, los sumos sacerdotes.
  • Los que se creen justos y con derechos delante de Dios y el pueblo judío, son quienes la provocan.

En momentos de acusaciones y condenas fáciles, de violencias de los que se llaman buenos, de desprecio por los marginados o marginalizados, me está bueno recordarlo.
Mirar al crucificado y a los crucificados.
Elegir no estar entre los impecables.

12 de abril de 2014

No me des una mano

Imposible, imposible, imposible razonar con algunos seres humanos.
Me pasó ayer mismo con una persona. No había manera de seguir una línea racional, de sumar aunque sea la duda sobre la propia percepción, la posibilidad de una realidad más grande que la mirada parcializada.

Ni por vía de razonamientos. Ni por vía del humor. Ni por vía de la ridiculización. Nada.
A toda costa buscaba argumentos para afirmarse en su postura -insostenible, por donde se la mirara-. Fuera de eje, fuera de foco, de marco. Necesitaba que validaran su desborde, su desprecio, su miedo, su locura, su pánico.

Intenté, juro que intenté abrir a una posibilidad diferente, menos tremendista. Nada.
Al final, no entiendo para qué algunos piden ayuda si lo que quieren es hundirse. A no ser que esa sea la ayuda que buscan: ser hundidos.
No está en mi vocación, gracias.

11 de abril de 2014

Ciento por uno II

Otro momento. Estábamos en el Puerto de Frutos, Tigre. Rory vio un mosaico y le explicaba a Fianna que es un "dibujo con pedacitos de azulejos que ya hacían los romanos". Este tenía, además, espejos, y era una escena del Delta.

Rory avanzó y nos quedamos con Fianna y sus cinco años mirando y descubriendo peces, un niño pescando, una nena tomando mate, con pelo como el suyo, el agua marrón, los barcos, las flores. las frutas -lots of cherries, veía-. Unos kayaks, un bote fueron la excusa para que me contase que al día siguiente iba a andar en kayak. Mientras, buceaba en mi cerebro buscando palabras para decir troncos, caña de pescar, neumáticos, para jugar a buscarlos en el mural. Se reía cuando los encontrábamos. Un nene de mosaicos con la remera de Tigre. Obvio que le conté qué eran esos colores.

A metros, no más, la imagen del mosaico era real: el río con las chatas y los troncos, la fruta. Íbamos del mural a mirar los barcos, el canal marrón, los postes con neumáticos y nos sorprendía lo bien que estaba representado, los bordes de las imágenes, la sonrisa de la nena.
La del mural y la de Fianna, el mismo pelo, la misma sonrisa.

10 de abril de 2014

Ciento por uno

Después de 10 años nos encontramos con Mariana, una vieja amiga que vive muy lejos, con su esposo Rory y los peques, Santi de 10, Fianna, de 5. La última vez que nos habíamos encontrado fueron 30 minutos, diez años atrás. Santi era un bebé que cargué por unos instantes.

Vía Facebook, Santiago había visto unas ¿pelis? stop-motion primitivísimas que hice con Playmobils. Le gustaron, me contó la madre. Cuando nos encontramos ayer, conociéndonos casi, me regaló un Playmobil que trajo para mí. Casi lloro de emoción: lo armó -junto a su hermana-, me lo dio, se lo agradecí: un cowboy con cara de malo, sombrero y rifle (no es el de la fotito).

Mientras almorzábamos al aire libre, con solcito y brisa, me lo pidió. Comenzó a sacarle fotos con la tablet, lo corría, acomodaba, acercaba. Los grandes seguíamos charlando cuando nos mostró una maravilla que había hecho ahí mismo: el muñeco caminaba por la mesa, empujaba el servilletero, lo rodeaba, bajaba caminado por el brazo de la silla y desaparecía debajo de la mesa. Bellísimo. Le pidió a Mariana su teléfono -el de él- y me mostró otro que había hecho tiempo atrás en su casa: un muñeco iba hacia su casa rodante, entraba, cerraba la puerta, se acomodaba, manejaba... No sabía cómo decirle cuánto me gustaba lo que me estaba mostrando.

Ya en casa traje mis muñecos -hombre grande...- y les dije que eligieran. Fianna no dudó; Santi no quería porque eran mis tesoros. No sé si se da cuenta de cuánto más me regaló.

9 de abril de 2014

Visita breve

Hace un mes largo que no veo a O, una vieji de 82. Me cuentan que anda medio mal de las piernas y que no sale mucho. Averiguo dónde vive -en verdad sé, pero me acuerdo la casa y no la calle- y voy a visitarla. Llueve. Me recibe contenta, me hace pasar. A toda costa quiere darme algo para comer. Es media mañana y sólo acepto algo fresco, un poco de soda. Me trae el sifón y un vaso: fresca, sabrosa...

Nos sentamos a la mesa de la cocina-sala-comedor. Hay una olla al fuego, ya está preparando el almuerzo para ella y su hijo que, separado por segunda vez, volvió a la casa de la madre. Pienso que me desesperaría vivir en ese pandemonio de cosas. La radio me aturde y ella, medio sorda, habla con voz potente. Desde la ventana desvencijada se ve el jardincito, orgullo de la dueña. Anda con algunas ñañas nuevas; le pregunto si fue al médico. Me cuenta cosas del barrio.

Me dice que en un mes ya no tiene que pagar un crédito que sacó por su hijo. Que como no sabe si llega a los 83, con ese "extra" que ahorrará del crédito un par de meses, más el aguinaldo, va a hacer una comida para el 20 de julio, día del amigo, que cae domingo. Me invita porque soy su amigo. Me tengo que ir. Cuando estamos saliendo me muestra sus plantas: una palta enorme, dos laureles, limonero, orquídeas, naranjo, varias aromáticas. Quedamos en que el domingo nos vemos. Sale el sol.

8 de abril de 2014

No tan puro

Y sí, definirse, con la transitoriedad humilde de los ensayos, no está mal.
Ponerse límites: hasta acá llego y hasta acá te dejo llegar.
Aceptar y tolerar la diversidad pero no cualquier diversidad.
Poder sentir que un par de cosas son claras e irrenunciables. Otro par se negocian. Otras ni hablar.

Abrazar mi oscuridad interna, el odio del que soy capaz, la bronca que me brota. Bienvenirlas.
Porque están y son mías. Ellas mías, no yo de ellas.
Por eso puedo hacerlas a un lado luego de mirarlas largo rato. Ponerles límite a ellas y tratar, intentar, ensayar, probar otro camino. 

7 de abril de 2014

Gente (no) como uno

"La gente", esa entelequia que opina, dice, piensa. Que marca diferencias: la gente por un lado, los demás por otros. La gente está cansada de los delincuentes, que parecen no ser gente. La gente dice que no quiere corrupción, como si los perros fueran los corruptos. La gente no piensa, dice alguien superior. La gente es estúpida, o mala, o traicionera, afirman.

"La gente", esa entelequia, define que hay otros que no son gente. O no tan gente como nosotros.

Reclamo para mí la categoría "gente" y digo: hay gente maravillosa. Gente que le pone cara a la entrega. Gente que piensa, que no es mala, que no se cansa, que opina con fundamento y trabaja con más fundamento aún.

Gente muy gente que, incluso, se anima a construir y buscar donde otros ven escoria.
Gente que sí.

6 de abril de 2014

A los saltos

Las liebres, al ver una luz intensa, por unos momentos se encandila y desorienta. Si no reacciona pronto, los predadores, humanos u otros animales, pueden cazarla; pero si reacciona a tiempo, comienza a correr en zig-zag, no sé si para distraer o porque no sabe adónde ir.

He sentido parecido: se me revela una idea, se manifiesta una intuición y por un momento esa revelación tiñe cada rincón y aspecto de pensamiento, algunos impensados. Poco después, quedo como borracho, con un exceso de información que no puedo procesar. Si no reacciono y no acuno tranquilo lo que está manifestando, lo pierdo. Si lo fuerzo, también.

No termino de aprender.

5 de abril de 2014

Profunda oquedad

La gente demasiado básica me desanima.
La gente demasiado enroscada, también.

Si no sos capaz un par de ideas, de pegarte un recorrido por el propio interior, de compartir un momento de silencio sin desesperar, de deleitarte con unos fideos con manteca y también con una comida exótica, de leer algo más que los zócalos de la TV o los titulares del diario, paso.

Si sólo sos capaz de hablar en abstracciones, si solo hablás de vos, si tu silencio es pura neurosis, si sólo comés sushi o las milanesas dee tu madre, si leés Derrida y no podés sentarte en la peluquería a esperar con una Caras, Paparazzi o El Gráfico, también paso.

Pero si vas y venís rebotando entre todo, podemos charlar.

4 de abril de 2014

Ojos enjaulados

Liberar la mirada. Purificarla.

Cuando el esclavo se ve desde la mirada del amo.
Cuando la mujer violentada se percibe desde el que la violenta.
Cuando el oprimido oprime a otros repitiendo el círculo.
Cuando nos roban los ricos y desconfiamos de los pobres.
Cuando reclamamos derechos que no les reconocemos a otros.
Cuando dejamos que otro mire por nosotros.
Cuando el blanco menosprecia al morocho y este al negro y este al coreano.
Cuando no damos en la talla impuesta y nos amargamos.
Cuando repetimos violencias de las que nos quejamos.

Colirio necesario.

3 de abril de 2014

Globos y torta

Estábamos celebrando un cumple, los 40 de Costi. Comíamos y charlábamos -para variar-. Cuando trajeron la torta, cantamos el Feliz Cumpleaños y la cumpleañera sopló las velas, Celi buscó en Youtube la versión del Feliz Cumpleaños que cantaban Los Parchís más de 30 años atrás. Me fui inmediatamente a los cumples de la infancia, a un momento que detestaba: la piñata.

Un globo inmenso, lleno de caramelos, papeles, juguetes horribles de plástico. Lo reventaba el festejado y ahí el acabóse: la horda de niños y niñas matándose por esos premios, acaparando, llenándose bolsillos, remeras, lo que fuere. Lo detestaba por varias cosas: no me gustó nunca el amontonamiento; y verme arrojado, empujado y violentado, no me agradaba especialmente; además, esforzarse por tan poca cosa me parecía ridículo, habiendo comida y bolsita que luego traería los mismos caramelos, los mismos juguetes; por no decir la vergüenza ajena que me causaba la avidez de querer quedarse con todo sin mirar a los costados.
Solía, por eso, quedarme atrás, dejar que la horda se amasijase por dos caramelos -o en el peor de los casos, terminaban bañados en harina-. No valía la pena.

Sigo viendo muchas actitudes similares. Sigo mirando igual.

2 de abril de 2014

Reiterativo

Es doloroso ver cómo encontramos más argumentos para odiar, descalificar, segregar, despreciar, justificar que para construir, abarcar...

Las expresiones leídas u oídas a comunicadores sociales son paupérrimas: la crispación, los tonos dramáticos, las palabras apocalípticas, el deseo encubierto de sangre, el posicionarse fuera del conflicto o dentro, sólo para aclarar que son de los buenos... la impresión de una larvada alegría al ver el caos.

Todo, claro, con una indignación hacia los otros, los políticos, los ladrones, los violentos... todos esos otros que no son yo.

De sumar, ni hablemos.

1 de abril de 2014

No, gracias, yo no II

Sigo leyendo y escuchando justificaciones ante las aberrantes golpizas a un supuesto ratero en Rosario -quien finalmente murió- y otro que robó una cartera y dejaron de golpear cuando los agresores huyeron, cobardes, al llegar la policía.

La insistencia de algunos en exculpar a los agresores o justificarlos es proporcional a la brutalidad demostrada: falta de justicia, cansancio, ausencia de estado... Un estado presente como el del Tercer Reich, acunó el Holocausto. Un estado omnipresente, como el de Estados Unidos, propició el linchamiento de Rodney King en el '91. Un estado policíaco, como el que tuvimos en la dictadura, produjo lo que produjo.

"Hay que escuchar al pueblo", decía alguien. "Nos estamos cansando", decía otro. "Los vecinos lo hacen porque hay un estado ausente", decía un diputado nacional.

Lo que se malesconde detrás de esas afirmaciones es tan peligroso.

31 de marzo de 2014

No, gracias, yo no

Matan cobardemente a un pibe en Rosario, sospechoso de robar una cartera. En Palermo otros vándalos replican el linchamiento (www.infonews.com/2014/03/30/sociedad-132044-el-escalofriante-relato-de-un-linchamiento-en-palermo.php). El relato de un testigo es terriblemente desolador.

Echemos culpas, dale. Que es el estado que no está; que los chorros nos ganan; que estamos hartos; que se lo merecen; que hay que acabar con estos negros de mierda; que... Miles de violencias simbólicas, verbales, mediáticas, clasistas, racistas, llevan a esto. Con el agravante de la supuesta superioridad de los verdugos.

Dale, digámoslo. No merecen vivir. En cambio, la turba que patea a un pibe inmovilizado en la cara, en el cuerpo, dejándolo al borde de la muerte, sí merece la vida. Eso es justicia, claro. La que no hacen, la que merecemos, la que nos garantiza el anonimato.

El dolor de estómago que me dio leer la noticia es enorme. Deploro la turba, la cobardía, la bajeza de los que en patota y en nombre del bien se creen con derecho. Se creen superiores. Mejores.
Animales. Bestias. Inhumanos.

30 de marzo de 2014

Y claro...

Terminé de leer un libro -no diré cuál- y siento que no me aportó nada. Es decir... hay libros que aportan entretenimiento, otros, una buena historia, muchos me dejan con preguntas, alguno me replantea temas de fondo, otros son pura belleza, otros me dan un montón de datos necesarios.

Terminé este libro porque quería ver a dónde me llevaba, qué tenía para sorprender. Lo terminé medio a fuerza de voluntad. La nada misma: empieza, pasa por una serie de lugares remanidos y comunes, termina sin resolver nada, pero no de moderno, sino de inconsistente. 

De ahí me puse a pensar: es claro que quien lo escribió quería decir/se/nos algo. Usó palabras, las hiló, las ordenó, las pensó. Trazó una historia. Se sentó y le dedicó tiempo. Lo hizo.

Ahí me doy cuenta: me quedé con algo, pero no del libro en sí, sino del autor. Él lo hizo.

29 de marzo de 2014

Descendemos de los barcos

En mi barrio hay muchos italianos que llegaron durante la Segunda Gran Guerra o en la post-guerra, la segunda oleada que siguió a los de principios de siglo. Yo mismo, como gran parte de los que vivimos en Argentina, soy descendiente más o menos cercano de inmigrantes. Tengo bisabuelos italianos, un abuelo español, una abuela criolla. Muchos de los vecinos en mi barrio pareciera que han bajado anteayer del barco: hablan un cocoliche inentendible y desprecian a los morochos, anhelando un país que los expulsó.

Entiendo, aunque no llego a imaginar, que el exilio debe ser duro, que aprender una lengua no ha de ser sencillo, que empezar de cero ha de ser desgastante. Pero cuando los oigo en despotricar contra los negros -sintiéndose superiores por el color de la piel-, el país -que les quitó el hambre recibiéndolos y permitiéndoles trabajar-, cerrándose incluso a aprender un idioma luego de más de 50 años y enojándose porque no los entiendo cuando hablan... me dan ganas de olvidarme de la educación recibida y de ciertos valores, pidiéndoles, no muy amablemente, que se vuelvan.

Digan que me queda algún filtro...