Gente que se dio una vuelta


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29 de junio de 2014

Me tomo el día.
Ta luego.

Cine de otros lados

"Una separación", película iraní de 2011 (A separation). Si no hubiese sido por la recomendación de Mariana D. no se me hubiese ocurrido verla.

Un hombre, separado recientemente de su esposa, contrata a una piadosa mujer musulmana -como él mismo-, para que cuide a su padre senil mientras él y su hija de 11 años no están en su casa. El esposo de esta empleada no sabe ni debe saber que ella trabaja sin su autorización. Nos enteramos que ella está embarazada cuando su hijita, que cada mañana la acompaña al trabajo, apoya su cabeza en el vientre de la madre para oír y sentir al bebé.

Al tercer o cuarto día, cuando el hombre vuelve a su casa, la empleada no está; el anciano está caído junto a la cama, atado. La mujer se fue. Cuando regresa, discusión por medio, comienza la acción dramática.

Acusaciones cruzadas y múltiples. Verdades que son mentiras. Machismo. Mujeres que buscan. Varones enfrentados. Miedo a ofender a Alá. Mentiras que son verdad. Niñas que saben sin saber que saben. 

Una rara sinfonía, en un idioma raro, que provoca por lo posible y real.

28 de junio de 2014

Más que acertado II

"Dentro de nosotros hay una cosa que no tiene nombre; esa cosa es lo que somos"
José Saramago


Y sí, sigo con las citas.

Ya la había leído en algún momento y luego se me perdió por un recoveco del cerebro. La reencontré gracias a Toni Infante, un fotógrafo que sigo y saca unas fotos bellísimas.

Cuando digo que en lo más profundo somos misterio incluso para nosotros mismos, digo mal lo que Saramago dijo tan bien.

Él, que fue ateo, antimetafísico y demás cosas que por supuesto son malas y todo eso, resume así lo que yo leo, por caso, en en 1Juan 3,2: desde ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que habremos de ser.

Somos un misterio, que avanza en el misterio, hacia el misterio.

27 de junio de 2014

Más que acertado

"Usted demostró que no es necesario ser infeliz, aunque uno pueda ser completamente perspicaz y esclarecido sobre lo terrible que es todo"
Susan Sontag

En el décimo aniversario de la muerte de Borges, Sontag le escribe una carta -Sontag a Borges- donde encontré esta afirmación. Me pareció tan acertada, tan clara, tan correctamente luminosa.

Sé nada de Borges y he leído casi nada de él para mi vergüenza. De Sontag leí apenas un libro o dos. No sé a qué se referirá específicamente y ya hace una década que tampoco está ella como para averiguarlo. Pero sí sé que más de una vez me encuentro feliz, casi culposamente feliz, a pesar de la conciencia de lo tremendo y difícil, de lo arduo y azaroso.

No podría haberme expresado mejor.

26 de junio de 2014

Ecuánimes

Mentira la igualdad.
La diferencia es lo que manda, lo que jode, lo que desconcierta, fascina y da temor.
Mentira la igualdad.
Lo otro, ajeno, descoloca, cuestiona, confirma, acontece.
Mentira la igualdad.
Utopía la equidad.

25 de junio de 2014

¿Qué sucede, Marco Antonio, para que tengas esa cara tan lavada?

Leo una novela. 
La narración es pasable.
Los diálogos, por el contrario, son tan poco creíbles que acribillan los ojos.

Las palabras y expresiones usadas no son coloquiales -y el contexto lo pide todo el tiempo-.
Cada personaje, con sus líneas, más que charlar, enseña. Enseña como una maestra de segundo grado. Enseña mal.
Las situaciones son forzadas, los personajes despiden moralina barata, queriendo responder a otra moralina más barata aún.

Salteo párrafos enteros, leo en diagonal, para poder ver qué sucede.
Para aprender cómo no escribir.

24 de junio de 2014

Olfato

Subió una familia al colectivo, dos nenas de entre 9 y 12, un bebé de un poco más de año y medio, la madre. Un hedor tremendo, mezcla de todas las suciedades y olores corporales. Agresivo. 

Por el horario, el colectivo no venía lleno, pudieron sentarse. Estaba yo en uno de los últimos asientos individuales. Las chicas con el bebé se sentaron atrás, la madre un poco más adelante, en uno de los asientos dobles. Y los olores. No era el pañal del bebé, no era sudor: era el peso de la pobreza hecho aroma. 

Algunas ventanillas se abrieron discretamente, pese al frío. Me sentí tentado de cambiar de lugar e irme más adelante. Estoico, permanecí. Sentía que irme sería violento. Calculé que bajarían en La Cava -sí, juzgué por portación de rostro-. El bebé comienza a llorar. Se hablan entre madre e hijas de un lado al otro. Y el olor.

Bajan en Neyer y Rolón. El olor se me queda en la memoria. Doliendo. De muchas maneras.

23 de junio de 2014

Onírico III

Toda la noche -al menos, eso percibí- soñé con un examen de Historia de la Iglesia que tenía que dar. No había estudiado nada, no encontraba los apuntes ni la carpeta. Por momentos, entre sueños despertaba y me daba cuenta que no era cierto, pero no alcanzaba para tranquilizarme: me dormía y volvía a soñar lo mismo.
El profesor -el real- es un tipo al que admiro mucho. Ahora ya está grande, con problemas de memoria, en un hogar de ancianos donde se encuentra muy a gusto. En el sueño, no quería decepcionarlo.

Todo el día me quedó dando vueltas... ¿a quién no quiero decepcionar ahora?, ¿qué examen no preparé?
En un momento, de la nada, me apareció una charla que tuve en la semana, donde sentí que la persona me estaba poniendo a examen, dudando de mí, de lo que sabía y exponía. Por educación, no respondí cómo hubiese querido: no encontraba el modo -los apuntes, las carpetas- para hacerlo bien. Me decepcioné, me quedé con ganas.

Igual, tuvo que venir el subconsciente en mi ayuda.

22 de junio de 2014

Finde agitado

Viernes por la noche, festejo de los 40 de mi compadre Martín.
Sábado por la mañana, mi ahijada Rocío -la primera ahijada-, recibía la Biblia, en su camino de catequesis.

La cantidad de personas conocidas, queridas, con las que me encontré entre ambos momentos me dio mucho contento. El sábado veía a algunos que conocí pequeños acompañando a sus hijos; otros, que habían acompañado a sus hijos, ahora estaban con sus nietos. 

El viernes, pudimos volver a celebrar la vida, ese regalo enorme, que nos une, que nos hace compañeros de camino, que nos hace tanto bien y tiene tanto don.

Por momentos, me desborda tanta riqueza.

20 de junio de 2014

Sinfín

Las infinitas variaciones que terminan siendo repetidas.

Me imagino que todas las situaciones van por una cinta de Moebius, falsamente inabarcable, falsamente finita.

Mientras creemos avanzar, solucionar, repensar, aparecen las mismas problemáticas, apenas modificadas. Lo que era arriba es abajo y arriba otra vez. Deshacemos el camino para multiplicarlo.

Pesadillas inacabables.

19 de junio de 2014

Onírico II

El lugar donde brota el sonido, donde la palabra es concebida, donde los colores se hacen formas.
Un pre-lugar donde no hay conceptos, sino sensaciones.
Donde lo contrario es junto, a la vez, no al lado, agua que no moja, frío que caldea.

Por un lugar así anduve en sueños.

18 de junio de 2014

Falacias verdaderas

Los demás, los otros, los de allá, los que no son nosotros, los diferentes,

son mejores, peores, más educados, unos brutos, terribles, fascinantes, trabajadores, vagos,

porque tienen mejores leyes, peores gobiernos, el país que se merecen o nos merecemos, son más cultos, ignorantes.

Me hartan.

17 de junio de 2014

Visita

Me está persiguiendo desde hace días don Mario Benedetti. Esquivas como el azar se me aparecen sus palabras: retazos de un poema, la historia de Rita, Martín y Laura, fragmentos de un cuento, su mirada desangelada, según propias palabras.

No sé qué viene a decirme, no creo en fantasmas. Aún así, el hombre que mira me reclama que lo mire, sigue habiendo una esquina rota en una primavera, Juan Ángel debe haber envejecido desde que nos encontramos.

Debe ser, creo, una invitación. Falta descubrir a qué.

16 de junio de 2014

Ambos y todos

Profetas agoreros tan peligrosos como los de felicidades instantáneas.
Paso de ambos. Prefiero y me quedo con quienes saben que el pesimismo y el optimismo son dos trampas hermanas.

Que más allá o acá hay lucha y sosiego, pérdida y hallazgo, ruptura y continuidad.
Con llanto, puede ser, con risas mejor.
Pero en una mezcla infinita.

15 de junio de 2014

Al taco

Yendo para el barrio, paso delante de una casa. Temprano, a eso de las 17,30. Desde afuera se oía la música atronadora. Es decir: pasando, no podía escuchar a la persona que iba mi lado.

Me imaginaba a una madre o un padre queriendo decirle algo a su hijo/a o al hijo/a con ganas de compartir cierta necesidad o simplemente queriendo ser escuchado.

Me imaginaba a un nene que se quedó encerrado en el baño y pide que lo ayuden.

Me imaginaba auna mujer gritando porque le pegaban.

Me imaginaba a un adolescente llorando a los gritos porque su novio/a lo dejó.

Me imaginaba a un otro subiendo el volumen, para no escuchar ni escucharse.

14 de junio de 2014

Colonialismo

Cuando era chico creía que los españoles no nos querían porque nos habíamos independizado de ellos. Sí, ya sé, Freud, Tótem y tabú, Edipo y demás tendrían mucho que decir al respecto.

Me acordé de eso al escuchar a unos padres que no se dan cuenta que su hijo, cercano a los 20, puede tener otras opiniones, buscar otros caminos, disentir, no cumplir con los que ellos soñaron.

Sí, la independencia decepciona, la libertad desconcierta. Aún a quienes dicen querernos libres e independientes. A ellos, sobre todo.

13 de junio de 2014

Dignidad

Un pibe portador de VIH sube al colectivo vendiendo sahumerios hechos por él mismo. Brian.
Aclara que recibe los remedios gratuitamente, proveídos por la salud pública, que no es cierto quienes dicen que no. Más de una vez oí esa canción sabiéndola falaz.

Comenta cómo se contrae el virus, que ya no es sentencia de muerte, que no hay riesgo en el contacto social. Advierte del riesgo que conllevan ciertas adicciones al nublar la conciencia o bajar el juicio. No hace moralina. Expone. No se victimiza. Cuenta.

Recuerda dónde acudir en caso de dudas para realizarse el análisis. Dónde hay posibilidad de grupos de ayuda mutua para los primeros impactos. Vuelve a recordar que los medicamentos, ya lejos del AZT. Deja sus sahumerios asiento por asiento, a voluntad, pague lo que pueda o quiera.

Huelo los que me deja. Deja mucho más que sahumerios.

12 de junio de 2014

Manos esquivas

Te pueden tender mil manos, pero si no tomás ninguna el problema no son las manos ajenas. Entonces, no hay queja que valga.

Digo, porque me cruzo a menudo con reclamos más o menos velados, que buscan culpabilizar -a mí, a otros- cuando en realidad, no son más que excusas para no hacerse cargo de uno mismo. 

No podemos vivir por ni para otro, no es posible gozar, sufrir, salvar, ayudar, sentir por otro.
Si querés, vamos juntos.


11 de junio de 2014

Te amo, te odio, dame más II

Sigo...

Digo, basado en mi propia y limitada experiencia: he tenido amores que desaparecieron. Por distancia física, por cansancio, por dejar de ver a los amados, por peleas o desavenencias, por opciones que no compartimos...
Puede ser que, recordándolos, sienta nostalgia, recuerde con cariño, me asombre de la lejanía que se instaló, me provoque tristeza, no recuerde cómo ni por qué empezó la cercanía o se introdujo la distancia.

Pero si pienso en un par de odios (palabra fuerte y que asusta tanto que ni nos animamos a decir que lo sentimos) es casi sentir de nuevo la bronca, aunque quizá no la misma. Es revivir la decepción, la mano traidora, la puñalada... 
Si no hay un gesto de sanación -dar, pedir, recibir el perdón-, siguen hiriendo las heridas.
Montescos y Capuletos redivivos.

10 de junio de 2014

Te amo, te odio, dame más

Cuando el odio es la opción, no hay argumentos.

Es más fácil dejar de amar -celos, cansancio, rutina, otro amor que aparece, desgaste, infidelidad- que dejar de odiar.

Nada que haga el odiado puede ser del agrado del odiante. Por el contrario, todo es susceptible de sumar al odio.

Para dejar de odiar, hay que dejarse. Dejarse de buscar motivos, dejar de justificarse.
Pegar un salto. Vértigo.

9 de junio de 2014

1+1+1+1+1+1

Desde unas pocas letras a unas muchas palabras.
De un par de hebras a un tejido.
De varios granos molidos a un pan.
De unas notas a una sinfonía.
De un encuentro a una vida.
De unas manos a una red.
De una utopía a un horizonte.

Pasos. Pasos.

8 de junio de 2014

Por la paz

Hoy, en Ciudad del Vaticano, a las 14.00 hs de Argentina, el papa Francisco, los presidentes de Israel y Palestian, Peres y Abbas, un patriara ortodoxo y algunos más se reunirán rezando por la paz entre palestinos e israelíes. Un gesto, un encuentro que es todo un signo.

Desde tiempos prebíblicos, la zona que hoy llamamos Israel, fue disputada por diferentes etnias, tribus, imperios, reyes... Estando en un enclave de rutas comerciales (por tierra, de Asia a África, de Asia a Europa; por agua, bañada completamente por el Mediterráneo), quien la dominara se haría con más que un territorio.

Siglos después, las razones varían, las disputas siguen.
Creyentes o no, unámonos a este pedido, a este deseo.
Que la tierra prometida a Abraham, padre de judíos, musulmanes y cristianos, tenga paz. 

7 de junio de 2014

Don Paco

A los 94 lúcidos y plenos, don Paco tuvo la mala idea de morir. Lo creían inmortal y ya quisiera ser como él cuando viejo.

Españolísimo que amaba a Argentina. Inmigrante que, por poder, se casó con Carola, con quien estuvo hasta que su novia eterna se le adelantó, hace unos pocos años. Paco tomaba todo en serio menos a sí mismo. Escribía largos párrafos para conmemorar y celebrar a los demás, llenos de poesía, guiños y metáforas. Cuando los leía, temblábamos: nunca se sabía hacia dónde iba ni cómo terminaría. Con acento castizo e histrionismo, avanzaba.

En la década sangrienta el horror le quitó dos hijas: Teresita, quien sigue desaparecida, Lourdes, que tuvo que exiliarse en España entre gallos y media noche. Sus otros hijos, siguen trabajando con compromiso social y político. Verlo, en alguna celebración, abrazando a un militar retirado para darle la paz, es una imagen que guardo profundamente.

El viejo Paco -¿Pero qué decís, Paco? solía provocarlo- poseía una enorme bonhomía, esa cualidad tan sutil y desusada. Un caballero gallardo. Un maestro.

Hasta tanto.

6 de junio de 2014

En la vía


Como casi todos los miércoles fui a visitar a mi familia. Bajé donde siempre para caminar y al cruzar el túnel del tren, me encontré con estos zapatos.

En el borde de la escalera, como esperando que alguien los baje o a un dueño que no llegó aún.
Saqué la foto -bendita camarita del celular-. La subí a facebook y Mariana dijo que había ahí un cuento, o varios.

No sé de dónde vinieron ni para dónde van; sé que abren mil historias, aunque sólo ellos tengan su secreto.

5 de junio de 2014

Eso que humana

Me convenzo cada vez más: las heridas son lugares de sanación. Cuando una persona atraviesa una situación adversa que la marca -dolor, muerte, enfermedad- y puede sanar el recuerdo, esa experiencia se vuelve luminosa, genera una posibilidad de empatía, de vida, de compasión enorme.

No se trata de revivir el desgarro -siento que si se revive es que no terminó de sanar-, sino de poder recordarlo, recordarse y desde ahí poder estarse delante de otro que vive algo similar. Silentes, sostenes, solidarios.

No se trata de pasar por todas las innumerables situaciones humanas, imposible. Es otra cosa que no sé.

4 de junio de 2014

Stories we tell II

Somos lo que narramos y lo que callamos. Creo que más lo que callamos, en verdad.
Nadie, ni nosotros mismos podemos terminar de decir nuestro misterio, de narrarnos, de contarnos. Algo se escapa siempre.

Podemos y pueden hablar de lo visible, lo fenoménico. Intuir un par de motivaciones ocultas. Llenarnos de años de terapia y entender un poco más. Algo se sigue escabullendo.

En el fondo somos un misterio, un abismo de... ¿de qué?

3 de junio de 2014

Stories we tell

Así es el nombre de la película/documental dirigida por Sarah Polley. Por un artículo de Página 12 me
entraron las ganas y la intriga de verla. Filmando a sus hermanos, a su padre, a amigos y colegas de su madre, les pide que le cuenten "toda la historia, como si yo no la supiera": la historia de su madre, sus pasiones, su vida.

Las voces, corales, van haciendo un retrato similar y contradictorio, se intuye una historia no dicha, que asomará, se ven imágenes viejas de Diane y la familia, se va armando una/s historia/s a partir de las historias que narran cada uno.

¿Quiénes somos? ¿Somos lo que los demás recuerdan y narran? ¿Quién, quiénes nos dan voz y entidad cuando no la tenemos, porque no estamos, porque hemos muerto, por lo que fuere? ¿Qué imagen, foto, película se arma quien escucha estas historias? ¿Dónde está lo que somos?

Estas preguntas me surgían mirando esta película. Hacia el final, aparecen en boca de varios, de la directora, de su padre. Estas preguntas me acompañaron parte de estos días.


1 de junio de 2014